En un terrible triple crimen ocurrido en Inglaterra, una mujer originaria de Mar del Plata y dos de sus hijos, de 13 y 16 años, fueron asesinados a balazos en su propia casa. El responsable de las muertes fue el hijo mayor, que fue detenido poco después.
El hecho ocurrió el viernes pasado, pero recién se conoció en las últimas horas en Argentina porque la mujer, llamada originariamente Juliana Falcón, hacía muchos años que vivía en Europa y usaba el apellido de casada, Prosper.
Según cuenta La Capital, Juliana, de 48 años, fue baleada en el interior de en su departamento de la localidad de Luton, a 60 kilómetros de Londres. La Policía fue alertada de los disparos a las 5.30 de la madrugada y cuando llegó encontró a la mujer y a sus dos hijos, Giselle (13) y Kyle (16) malheridos. Minutos más tarde se reportó el fallecimiento de los tres.
A unos 600 metros del complejo de edificios donde ocurrió el triple crimen fue detenido Nicholas Prosper (18) y le secuestraron el arma que utilizó para dar muerte a su madre y a dos de sus hermanos. El restante hijo de la mujer marplatense, de 21 años, no se encontraba en el departamento ya que vive en otro domicilio más cercano a su lugar de estudios.
La primera audiencia del proceso por los asesinatos se llevó a cabo el lunes pasado. Allí el joven confirmó su identidad y su fecha de nacimiento ante la presencia de familiares y amigos de las víctimas. Al ser retirado de la sala, su padre, Ray Prosper, expresó entre lágrimas: “Todavía te amo, hijo. Sé que no es tu culpa”.
Aunque aún no se han esclarecido completamente los motivos detrás del ataque de Nicholas, las autoridades británicas están llevando a cabo peritajes psiquiátricos para determinar si el joven pudo haber sufrido una alteración mental en el momento del crimen.
Quién era Juliana
Juliana Falcón había nacido el 4 de junio de 1976 en Mar del Plata y había asistido a la escuela primaria N °18. Luego realizó sus estudios secundarios en el Instituto Polivalente de Arte.
Apenas pasados los 20 años se trasladó a Inglaterra, donde conoció al padre de sus cuatro hijos. Su facilidad para los idiomas le confirió una serie de beneficios y asimiló rápidamente la cultura británica. A tal punto dominaba el idioma que muchas personas la creían nativa.
Juliana logró integrarse a la sociedad británica con éxito. En la comunidad local la conocían como “Julie”, y era muy querida por su espíritu altruista y su dedicación a causas benéficas.
“Tenía una calidad humana increíble, una mujer superinteligente y era una madre muy dedicada a sus hijos, por lo que no encuentro consuelo ni explicación a lo sucedido”, dijo Marina, una de sus mejores amigas en Mar del Plata.
En cuanto a sus hijos asesinados, Kyle era “un joven amable y divertido, que amaba el fútbol y el boxeo”, según comentaron medios ingleses. Y Giselle era “un alma hermosa y una jovencita cariñosa que amaba a su familia y a sus hermanos mayores”. Además “era una alumna excepcional en la escuela y sus amigos de noveno año la querían mucho”. (DIB) MM