Científicos de Harvard sugieren mantener el distanciamiento social hasta 2022

Afirman que un esfuerzo único de aislamiento como el que se está realizando no detendrá la transmisión del coronavirus.

El aislamiento, como el que lleva adelante Argentina y la muchos países en el mundo, no detendrá al nuevo coronavirus y se requerirán períodos repetidos de distanciamiento social hasta 2022 para evitar que los hospitales se vean abrumados y el sistema sanitario colapse, según científicos de la Universidad de Harvard en Estados Unidos, que simularon la trayectoria de la pandemia.

El estudio se produce cuando Estados Unidos entra en el pico de su número de casos de Covid-19, con más de 26 mil muertes y 600 mil contagios, y los estados de esa nación observan una eventual relajación de las medidas restrictivas duras. Por eso ya se habla en ese país de tener que avanzar en medidas de distanciamiento social para los próximos años, salvo que la vacuna irrumpa antes.

La simulación por computadora del equipo de Harvard, que se publicó en un artículo en la revista Science, asumió que el Covid-19 se volverá estacional, como los coronavirus estrechamente relacionados que causan el resfriado común, con tasas de transmisión más altas en los meses más fríos.

La investigación, que realizó proyecciones teniendo en cuenta todo tipo de variables, concluyó que es poco probable que en un periodo corto de tiempo la vida, tal y como la conocíamos, retorne a como era antes del virus. Los autores del estudio afirman que aún se desconoce mucho sobre el mal, incluido el nivel de inmunidad adquirido por una infección previa y cuánto tiempo dura.

“Descubrimos que es probable que las medidas de distanciamiento social por única vez sean insuficientes para mantener la incidencia del SARS-CoV-2 dentro de los límites de la capacidad de atención crítica en Estados Unidos”, sostuvo el autor principal Stephen Kissler. “Lo que parece ser necesario en ausencia de otro tipo de tratamientos son los períodos intermitentes de distanciamiento social”, agregó.

De todas maneras, se requerirían pruebas virales generalizadas para determinar cuándo se han cruzado los umbrales para reactivar el distanciamiento, dijeron los autores.

Los científicos creen que hay una serie de factores que determinará el rumbo que el virus tome en los próximos años: si los contagios bajan durante el verano y resurgen durante el invierno, si las personas que son infectados tienen algún tipo de inmunidad y cuánto duraría esta o si las personas obtienen inmunidad por haberse infectado con otros coronavirus que causan resfriados comunes.

El modelo predice que un esfuerzo único de distanciamiento social como el que se está empleando actualmente en Estados Unidos no detendrá la transmisión del virus. Sin embargo, si se desarrollan tratamientos que puedan evitar que los pacientes de Covid-19 desarrollen una enfermedad grave o si se crea una vacuna, las restricciones de movimiento podrían relajarse.

Además, afirman que las medidas de aislamiento y distancia social se podrían relajar si una sociedad decide aumentar la capacidad de camas en las unidades de cuidados intensivos, siempre y cuando pueda hacer frente al aumento de contagios que decisión generaría. Una medida como esa podría ayudar a la inmunidad de rebaño, lo que hace el número suficiente de personas logren la inmunidad y así se pueda detener la propagación.

“Así que creo que las intervenciones de distanciamiento de algún tipo tendrán que continuar, con un poco de alivio y junto con otras intervenciones”, dijo el epidemiólogo Marc Lipsitch, otro de los autores del estudio.

Sin embargo, una cosa es casi segura: el virus llegó para quedarse. El equipo aseguró que era muy poco probable que la inmunidad fuera lo suficientemente fuerte y dure lo suficiente como para que el Covid-19 se extinga después de la ola inicial, como fue el caso del brote de SARS de 2002-2003. (DIB) FD

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