sábado 27 de septiembre de 2025
27 de septiembre de 2025 - 12:17

Bahía Blanca: advierten sobre las islas de calor urbanas y sus efectos en la salud y el ambiente

Investigadores de la UNS y el Conicet advierten que la urbanización intensifica las temperaturas, con diferencias de hasta 5 °C respecto de las zonas arboladas.

Profesionales de la Universidad Nacional del Sur (UNS) y del Conicet vienen estudiando desde hace cuatro décadas el fenómeno de las islas de calor urbanas, generado por la acción del hombre al modificar artificialmente el clima en las ciudades.

El Departamento de Geografía de la UNS fue pionero en el país en este tipo de investigaciones, que luego fueron confirmadas por estudios de la Universidad Nacional de La Plata, a partir de mediciones satelitales realizadas en distintas ciudades argentinas.

Variaciones

Las islas de calor se detectan al comparar la temperatura en sectores urbanos con la registrada en áreas rurales cercanas. La diferencia puede ser significativa: en apenas 20 cuadras pueden observarse variaciones de hasta 3 °C, lo que torna imprecisos los registros de estaciones meteorológicas periféricas.

En Bahía Blanca, según resalta La Nueva, un estudio de 2014 comprobó que en el microcentro las temperaturas alcanzaron los 36 °C en pleno verano, entre 3 y 5 °C más que en sectores próximos al Parque de Mayo o en barrios de casas bajas y con arbolado. Ejemplos cotidianos también lo muestran: circular por la zona de calle Sarmiento y avenida Cabrera revela temperaturas más elevadas que al ingresar a la autopista.

Expansión de construcciones

Según los investigadores, esta alteración del microclima urbano responde a la expansión de calles, edificios y techos, que reemplazan la cobertura vegetal por materiales que absorben y almacenan radiación solar. La pérdida de arbolado, como los 14.000 ejemplares que se cayeron durante la tempestad del 16 de diciembre de 2023, agrava el fenómeno.

Las consecuencias son comparables a las del cambio climático: mayor consumo energético, impactos en la salud y deterioro ambiental. En contextos urbanos, la sustitución de vegetación por asfalto puede elevar la temperatura entre 5 y 10 °C respecto de los alrededores.

Planificación urbana

Los especialistas señalan que la clave para mitigar el efecto está en la planificación urbana: incorporar espacios verdes, promover la ventilación natural, aplicar pinturas reflectantes en techos y pavimentos, e incluso desarrollar refugios climáticos con agua, sombra y áreas de descanso.

También destacan la importancia de recuperar y conservar la cobertura vegetal, dado que las plantas regulan el calor a través de la evapotranspiración.

“Las islas de calor requieren ser incorporadas en el ordenamiento territorial para diseñar estrategias y construir espacios que armonicen desarrollo urbano y equilibrio ambiental”, concluyen los expertos.

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