Dos expolicías policías bonaerenses acusados de haber impedido que se investigue el crimen de una desaparecida cuyo cuerpo fue encontrado en 1976 en la costa del río de la Plata, a la altura del partido bonaerense de Punta Indio, víctima de un “vuelo de la muerte”, son juzgados por encubrimiento e incumplimiento de los deberes de funcionario público, conductas consideradas conexas con crímenes de lesa humanidad y, por lo tanto, imprescriptibles.
Los acusados son Moisés Elías D’Elía (82), titular de la Subcomisaría de Verónica -cabecera del distrito de Punta Indio-, y Julio César Morazzo (70), por entonces efectivo del Destacamento Cristino Benavides, dependiente de la subcomisaría. Estos fueron acusados por no haber seguido el procedimiento que hubiera permitido identificar a la desaparecida Rosa Eugenia Novillo Corvalán, cuyo cuerpo fue hallado en la costa del río el 6 de diciembre de 1976 y fue inhumado como NN en el cementerio de Magdalena.
De acuerdo con el sitio del Ministerio Público Fiscal, el proceso correccional -es decir, tiene una pena en expectativa que no supera los 6 años de prisión e interviene un juez de instrucción- está a cargo del titular del Juzgado Federal N° 1 de La Plata, Alejo Ramos Padilla, e intervienen por las partes acusadoras la Unidad Fiscal de Derechos Humanos de la jurisdicción -cuya coordinación está a cargo del fiscal general Gonzalo Miranda-, representada por la auxiliar fiscal Ana Oberlin, y la querella de la familia Novillo Corvalán, a cargo de los abogados Pablo Llonto y Rodrigo Cano.
El debate comenzó con la lectura del resumen del requerimiento de realización de juicio y posteriormente la defensa técnica de Morazzo planteó la nulidad del proceso porque alegó la violación de la garantía de juzgamiento en plazo razonable, que la Unidad Fiscal rechazó y que el juez difirió su resolución para la sentencia. El debate continuará el próximo lunes con la declaración de seis testigos y podría culminar el jueves 17, cuando están previstos los alegatos de las partes.
Cuerpo hallado en Punta Indio
De acuerdo con la acusación fiscal, el cuerpo de una mujer fue hallado sobre la costa del río de la Plata el 6 de diciembre de 1976. El entonces policía Morazzo intervino como instructor del sumario sobre el hallazgo del cadáver.
Según se consignó entonces, la autopsia del cuerpo indicó que la muerte de la mujer se produjo por “destrucción de masa encefálica como consecuencia de estallido de cráneo por disparo de arma de fuego” y el médico interviniente calculó que el fallecimiento databa de diez días antes del hallazgo. Cuatro días más tarde de su aparición en la costa, el cuerpo fue inhumado como NN en el cementerio de Magdalena.
En febrero de 1977, el Departamento de Necropapiloscopía de la Policía de la Provincia de Buenos Aires informó al Jefe del Destacamento Benavides de Punta Indio “que se obtuvieron impresiones papilares de las manos remitidas” y que, luego de enviarlas a distintos gabinetes técnicos, “se determinó que las mismas pertenecían a quien en vida fuera Rosa Eugenia Novillo Corvalán”. Aquellos documentos fueron hallados por el Equipo Argentino de Antropología Forense en 1997.
Sin embargo, la identificación de la víctima no fue registrada en las actuaciones policiales y tampoco se hizo gestión alguna “para rectificar la inscripción que se había efectuado en el Registro de las Personas cuando el cuerpo aún no se había identificado”. La novedad tampoco fue comunicada por los policías a cargo a ningún órgano judicial.
Así, consigna “Fiscales”, la Unidad Fiscal acusó a Morazzo por su intervención como instructor del sumario policial y a D’Elía como su superior responsable. En el pedido de juicio, la fiscalía sostuvo que “los delitos de encubrimiento e incumplimiento de deberes de funcionario público por los que se encuentran procesados los imputados, son delitos perseguibles como crímenes de lesa humanidad, ya que constituyen actos delictivos que, como se dijo, formaron parte del conjunto de acciones constitutivas del plan común de violaciones sistemáticas a los derechos humanos perpetradas en la última dictadura cívico-militar”.
El cuerpo de Novillo Corvalán fue identificado fehacientemente en 1998. Según pudo reconstruirse en las investigaciones desarrolladas en los fueros federales de San Martín -donde se investigan los crímenes en Campo de Mayo- y de La Plata, Rosa Eugenia Novillo Corvalán fue secuestrada en abril de 1976 en la zona norte del Conurbano y permaneció detenida ilegalmente en el centro clandestino de detención “El Campito”, donde fue torturada, hasta que fue asesinada y su cuerpo fue desaparecido a través de su arrojamiento al río desde un avión militar que partió desde la base área militar que funcionaba en la guarnición militar donde la habían mantenido cautiva. En 2022 cuatro oficiales militares de Campo de Mayo fueron condenados por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 de San Martín por su homicidio y el de otras tres personas en los “vuelos de la muerte”.