La interna en el PJ bonaerense sumó otro capítulo de alto voltaje esta semana: el intendente de Avellaneda rompió, a través de un edil que le responde, el bloque del oficialismo en el Concejo Deliberante de Quilmes luego de protagonizar un cruce con su intendenta, la camporista Mayra Mendoza, lo que a su vez volvió a disparar reproches de la organización que lidera Máximo Kirchner al gobernador Axel Kicillof.
El concejal que dejó la bancada de Unión por la Patria es Ariel Burtoli, un dirigente que ingresó a la lista de la intendenta Mendoza apadrinado por la CGT, pero que ahora responde a Ferraresi, uno de los intendentes cercanos a Kicillof y enfrentado con el cristinismo. Por nota formal, Burtoli informó el miércoles a Florencia Esteche, la presidenta del HCD quilmeño, que pasó a conformar una bancada unipersonal que se llama UxP-Peronismo Bonaerense, con lo que la fractura quedó consumada.
Para Mendoza es una señal de alerta: sigue controlando la mayoría en el Concejo, pero por menos margen: UxP quedó con 12 miembros, mientras que Juntos y LLA suman, juntas, 10 votos. El golpe, de todos modos, es simbólico: una estocada de Ferraresi en el corazón de su esquema de poder local. Los reproches llegaron enseguida y explícitamente incluyeron al Gobernador. “El intendente que recorre la provincia construyendo para el gobernador, otra vez rompe el bloque de concejales en un municipio peronista. Lanús y Quilmes, lugares donde el peronismo le ganó (Néstor) Grindetti y (Martiniano) Molina, intendentes de (Mauricio) Macri. Que la cuenten como quieran”, escribió en X el jefe del bloque de diputados provinciales de UP, Facundo Tignanelli, mano derecha de Kirchner en la Provincia.