El presidente de YPF, Horario Marín, anunció que a partir de este martes 1° de octubre habrá una baja del 1% de las naftas de la compañía y del 2% en el gasoil, tomando como referencia el precio de surtidor que pagan los consumidores.
La medida fue confirmada por Marín, quien aclaró que la baja será aún mayor en el precio con el que el combustible sale de las refinerías (de 4 y 5%, respectivamente), pero tendrá un menor impacto en el bolsillo de los consumidores por el nuevo aumento que autorizó al Gobierno. Esto, como informó DIB, se suma a otras bajas y subas que llegan en octubre.
De esta forma, los valores perderían unos 11 pesos en las naftas, y casi 22 en el gasoil, se acuerdo a las pizarras de Buenos Aires, que suelen tomarse como referencia. En el caso del interior del país, como es mayor el precio será algo mayor la baja.
En declaraciones a Radio Mitre, el número uno de la empresa controlada por el Estado destacó que esta medida forma parte de un “acuerdo justo” con los consumidores, en el que YPF reflejará las fluctuaciones internacionales del precio del petróleo en el costo final del combustible. Se espera, ahora, que el resto de las compañías siga por ese camino, aunque en principio Shell ya dio el visto bueno.
“Cuando el precio del petróleo suba, YPF va a subir los precios de los combustibles. Si el precio del petróleo baja, YPF va a bajar los precios de los combustibles. Eso no ocurrió nunca en la Argentina”, afirmó. Este enfoque busca evitar que tanto la empresa como los consumidores sean subsidiados injustamente, tal como lo aclaró: “YPF no tiene que ser subsidiada, y los consumidores no tienen que subsidiar a YPF”.
Este procedimiento, que es habitual en el mundo, no se aplicaba en la Argentina donde los precios quedaron desenganchados hace más de 20 años y hasta estuvieron en ese período más caros que las referencias internacionales entre 2015-2017 y en 2020, con la pandemia.
Marín también detalló el alcance de esta medida, explicando que la reducción en los precios mayoristas será significativa, pero que los consumidores verán solo una parte de ese ajuste en los surtidores debido a la combinación de impuestos y variaciones en el tipo de cambio. “El esfuerzo de YPF es del 5% en el gasoil y del 4% en la nafta, pero lo que la gente verá reflejado será una baja del 2% y del 1%, respectivamente”, explicó. Este impacto limitado se debe, en parte, al reciente incremento del 1% en el impuesto a los combustibles, que contrarresta parcialmente la rebaja.
En concreto, la suba impositiva, que fue anunciada a través del decreto 863/2024 publicado en el Boletín Oficial, rige sobre los precios del Impuesto sobre los Combustibles Líquidos (ICL) y del Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC). De esta forma, y según la escala de precios, la disposición implicará una suba en torno a los $782 para los impuestos de la nafta y de $773 para los del gasoil.
La justificación para este descenso tiene que ver con que hubo una caída del valor internacional del petróleo y porque en la época de primavera y verano el costo del gas es menor por la reducción de la demanda.
Desde el pasado 10 de diciembre, con la asunción de Javier Milei, el valor de los combustibles aumentó 135% en los primeros siete meses del año. Según el Gobierno, esto se explica por el aumento de los impuestos al sector, que estaban congelados por la gestión anterior desde 2020 y por el atraso que tenían los precios anteriormente. (DIB)