La Plata, nov 11 (Por Andrés Lavaselli, de agencia DIB).- La
gobernadora María Eugenia Vida remitió a la Legislatura un proyecto de
Presupuesto que transfiere a los municipios casi la mitad del ajuste de las
cuentas nacionales que deberá absorber el tesoro bonaerense como consecuencia
del acuerdo que cerró Mauricio Macri con los gobernadores opositores para
garantizar la meta de reducción del déficit exigida por el FMI. Ese es el
núcleo político de una arriesgada estrategia en marcha para la última discusión
importante antes del arranque del período pre electoral, diseñada especialmente
para la negociación con el peronismo “dialoguista” de la provincia, mientras
por cuerda paralela se exploran opciones al pedido de Sergio Massa de adelantar
los comicios locales.
Aunque cada uno encierra una lógica política diferenciada
porque su impacto no es homogéneo en las comunas, tres ítems explican lo
esencial de la jugada de Vidal que tiene un punto en común: son traspasos de
obligaciones financieras a los municipios sin partidas específicas de gastos
provinciales que los compensen. Se trata del subsidio a la tarifa social
eléctrica, del que se aplica al precio de boleto del transporte local y del que
se usa para cubrir el déficit de la Ceamse, que en conjunto ascienden a unos
$13 mil millones. El mecanismo es análogo a la transferencia de subsidios por
$28 mil millones (netos de un total de $40 mil millones) a las arcas
bonaerenses que se consumará con la sanción del presupuesto nacional.
Un primer objetivo del diseño de Vidal es desplazar los ejes
de discusión: en vez de poner el foco exclusivamente en el nivel de
endeudamiento, la inversión real por área de gobierno o las obras que se
realizarán en cada distrito, la oposición deberá ocuparse ahora de poner sobre
la mesa, al menos con el mismo énfasis, la transferencia de recursos. Es que de
no atenuarse, ese traslado acotará seriamente los recursos de los intendentes
para hacer frente al año electoral. Ese es el significado de lo que, con cierto
regodeo, en un sector del oficialismo describen como una especie de “devolución
del favores”: hacerles sentir a los intendentes peronistas el mismo rigor que
los gobernadores de ese signo político le impusieron a Vidal.
La evaluación preliminar del proyecto que, el jueves,
hicieron los diputados y senadores que integran los bloques que responden
directamente a los intendentes “dialoguistas” parece estar en línea con las
intenciones de la Gobernadora de ponerlos a la defensiva. Allí se habló de
atemperar el impacto de las transferencias como una prioridad de las
negociaciones y, también, de cambiar el artículo que obliga a los alcaldes del
Conurbano a usar el total del Fondo Educativo para realizar obras de
infraestructura escolar. Esa última cláusula les impide financiar sueldos para
actividades que forman parte de su esquema de contención social, además de ser
una respuesta de la Gobernadora a las críticas por la tragedia de Moreno.
El martes, en Avellaneda, esos legisladores evaluarán más a
fondo el proyecto y la estrategia que desplegarán durante su tratamiento
parlamentario, en una reunión de la que formará parte el intendente de Lomas,
Martín Insaurralde, que lleva el diálogo político con el jefe de Gabinete,
Federico Salvai y su par de La Costa, Juan De Jesús, interlocutor con el
ministro de Economía, Hernán Lacunza para los aspectos técnicos. Como la
elección de la sede deja entrever, de ese encuentro participarán no solo el
local Jorge Ferraresi, sino también algunos otros referentes del kirchnerismo “puro”,
entre los que habría representantes del interior provincial y referentes como
Verónica Magario o Mario Secco.
Enmarcada por una multiplicidad de encuentros que el
peronismo lleva adelante por estas horas, esa reunión tiene una significación
especial porque permitirá que internamente se mida hasta qué punto la “voluntad
negociadora” que dicen tener los dialoguistas será acompañada por sus pares K.
La mirada está puesta en quienes gobiernan territorios, porque más allá del
fuego retórico que desplegará en torno al ajuste y la deuda, existen algunas
señales internas que indican que existiría cierta disposición a conversar. Esa
inclinación, si existe, no puede desligarse de las características particulares
del proyecto de presupuesto, aunque algunos anotan algunas otras señales que
exceden esta discusión.
En ese último plano, en el bloque dialoguista se esperanzan
con cierta voluntad de apertura que creen vislumbrar en un actor clave: Máximo
Kirchner. Ponen como ejemplo una reunión de dos horas que mantuvo con un
referente del peronismo histórico del interior tan poco ligado a la izquierda
partidaria como Dámaso Larraburu, operador histórico de Bahía Blanca. Creen que
son indicios de que esta vez la lógica de presionar con armados electorales
locales para obturar la negociación podría no correr. Aún así, esos mismos
legisladores desconfían de ciertos pares K, a quienes ligan con referentes
gremiales en la intención de reeditar en La Plata el escenario de tensión que
rodeó al tratamiento del Presupuesto nacional en Diputados.
Pero ese juego entre K duros y peronistas dialoguistas ???que
puede leerse como una especie de previa a la discusión por la unificación o no
de ese campo- no es la única tensión que generó la estrategia de Vidal. También
los alcaldes de Cambiemos están alarmados, como demuestran las advertencias
públicas sobre la imposibilidad de afrontar los nuevos gastos que formularon el
de La Plata, Julio Garro y el de Pilar, Nicolás Docuté. Sus advertencias no
hicieron más que explicitar un extendido malestar subterráneo que cunde entre
sus pares, que lo se disipó pese a los gestos de apoyo público al proyecto que
algunos de ellos debieron hacer.
Ese descontento obligó a l Ejecutivo a explicitar a los
propios un argumento que también es susurrado a la oposición. Por todo
concepto, dicen, las comunas recibirán en 2019 trasferencias por $120 mil
millones, una cifra que excede en un 35% el monto que les había sido girado en
2015, aún si se lo indexa por la inflación que hubo desde entonces. Pero los negociadores
parlamentarios de Cambiemos saben que aún así, es insuficiente. Por eso,
agregan que ???como se adelantó aquí- parte de las transferencias pueden ser
eliminadas. Comenzando por la de CEAMSE, que amenaza con quebrar el bloque de
Diputados oficialistas.
Cara a cara
Al mismo tiempo que dan por hecho que el ajuste a las
comunas será morigerado en el curso de las negociaciones, en Cambiemos están
convencidos de que parte de esas transferencias serán mantenidas y deberán ser
absorbidas por los alcaldes, propios y extraños. Eso reconduce la mirada al
otro eje de las negociaciones, que el gobierno viene desplegando con el
massismo y que se rige por una lógica diferente: si bien también interesan las
obras, los cargos (al igual que le resto del peronismo en el FR argumentan que
los del Tribunal de Cuentas y el Banco corresponden a la negociación del año
pasado), aquí lo que prima es el pedido de una ley para adelantar las
elecciones a intendente.
Contra lo que se comunica oficialmente, la negociación la
llevan exclusivamente Sergio Massa y Vidal, quienes podrían volver a
encontrarse cara a cara la semana entrante. Hermético hasta con su propia
tropa, al trigrense le comunicaron un visto bueno a su pedido que provino del
corazón de la justicia electoral de la capital bonaerense. Se basa en la
argumentación centrada en la autonomía municipal reconocida en la Constitución
Nacional sobre la que pivotea el proyecto para desdoblar los comicios, que ya
fue presentado. Y en el antecedente de Pinamar,
municipio que llamó a elecciones por su cuenta, anticipadas respecto del
resto, si bien por un caso de acefalía derivado de una causa por corrupción.
De lo que se trata para los renovadores es de encontrar
atajos que permitan sortear la cuestión de la inconstitucionalidad, que blande
el Ejecutivo para resistir el pedido. Pero no solo para ellos, En las últimas
horas, un legislador de Cambiemos sugirió a Massa aun plan B que para destrabar
la cuestión: legislar una “prueba piloto” de boleta única para algunos
municipios en 2019, bajo el modelo santafesino. Como ese esquema prevé una sola
boleta por categoría electoral, quedaría salvada la cuestión del “arrastre” del
tramo nacional que está en el centro del planteo del líder renovador. (AL)