El índice de pobreza fue del 38,1% en el segundo semestre de 2024 y alcanzó al 28,6% de los hogares, de acuerdo a lo informado este lunes por el Indec. Mientras que un 6,4% de hogares están por debajo de la línea de indigencia, lo que incluye al 8,2% de las personas.
Extrapolado al país, esto implica que la pobreza alcanzó a 17,9 millones de personas, mientras que de ellas alrededor de 3,9 millones están en situación de indigencia.
El indicador oficial, mostró una considerable caída en comparación con el 52,9% que había registrado en el primer semestre del año pasado, influido por la aceleración de precios de esa primera mitad del año tras la devaluación del Gobierno de Javier Milei, la disparada inflacionaria, la retracción de la actividad económica, la caída del empleo y el brusco recorte de los salarios y gastos sociales.
Pero también registró una caída respecto al 41,7% que había marcado el organismo estadístico para el cierre de 2023, sobre el final de la administración de Alberto Fernández. Esa merma, con respecto al anterior gobierno, fue de 3,6 puntos porcentuales.
En tanto, la indigencia, es decir la porción de la sociedad que no logra tener cubiertos los gastos de canasta básica alimentaria, fue en el final del 2024 de 8,2%. Esto implicó un retroceso respecto al primer semestre de ese año (18,1%) y al fin de 2023 (11,9%).
La desaceleración en la inflación junto con la recuperación económica y de los salarios y el aumento por parte del Gobierno de la cobertura de planes sociales como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y Tarjeta Alimentar hizo que las tasas de pobreza e indigencia disminuyeran fuertemente, según estimaban previamente cálculos privados.