Las visitas habían sido suspendidas el 12 de marzo pasado, con la llegada del coronavirus al país. Desde entonces los familiares no habían podido ingresar a los penales, aunque los detenidos contaban con medios de comunicación digital y telefónica.
Las protestas comenzaron cuando grupos de familiares se acercaron a los penales asegurando que les habían dicho que ese día podían visitar a los detenidos. Sin embargo, ante la negativa de las autoridades, los internos provocaron destrozos en algunos pabellones y se subieron a los techos del penal.
Finalmente, tras una negociación y el compromiso de retomar las visitas el 14 de noviembre, la situación se apaciguó.
Según se informó, las visitas estarán autorizadas en las 63 unidades penales que posee la provincia, distribuidas en 20 localidades, cuyos municipios colaborarán en la fiscalización del cumplimiento de los protocolos acordados. (DIB)