La ivermectina, un fármaco antiparasitario de origen veterinario pero que también se usa en humanos, vuelve al debate mientras se espera que llegue la vacuna contra la Covid-19. En algunos lugares se utiliza para tratar a los enfermos de coronavirus, pero autoridades como el ministro de Salud de La Pampa, Mario Kohan, reafirmó que no está aconsejado su uso porque “no hay estudios clínicos de calidad para la toma de decisiones terapéuticas” en ese sentido, en línea con la postura fijada días atrás por la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) y Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
“Sobre el uso de la ivermectina en contagiados por Covid-19 no hay estudios clínicos randomizados de calidad para la toma de decisiones terapéuticas. La sociedad científica desaconseja el uso por la particular razón de que hay que multiplicar la dosis diaria y los efectos colaterales son indeseables y algunos mortales, no han sido testeados, por lo tanto no podemos recomendar su uso”, dijo Kohan a la Agencia Provincial de Noticias (APN).
Colaterales sí y no
La Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) emitieron semanas atrás un comunicado en el que sentaron posición respecto al uso de la ivermectina en tratamientos de pacientes infectados por Covid-19 y alertaron respecto a los “efectos colaterales indeseables, algunos probablemente mortales”.
Ayer se conoció el testimonio del doctor Williams Sanchi, médico geriatra y docente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), quien admitió en declaraciones radiales que él mismo consume ivermectina a modo preventivo. “La experiencia obtenida por el doctor Héctor Carvallo en el Hospital Muñiz es muy buena. Recomendaría que la tomen porque no es una droga que tenga efectos indeseables”, remarcó el profesional.