El crimen de la mujer marplatense
Juliana Falcón, marplatense, llevaba más de dos décadas residiendo en Inglaterra. Debido a su habilidad con el inglés desde la adolescencia, decidió viajar a Londres para perfeccionarlo y, una vez allí, se quedó.
Falcón formó familia cuando conoció a Ray Prosper, con quien tuvo cuatro hijos antes de divorciarse. El mayor de ellos, que ahora tiene 21 años, no se encontraba en la casa en el momento de los asesinatos. Nicholas, aficionado a los videojuegos, mostraba, según se descubrió después, inclinaciones hacia la pedofilia y la necrofilia. Estas conductas, inicialmente ocultas al resto de la familia según La Capital, fueron las que provocaron la matanza en la madrugada del 13 de septiembre. Incluso en algunos foros de sitios web que visitaba con frecuencia, Nicholas había advertido que planeaba hacerle daño a su hermana Giselle debido a un juego que ella había jugado en línea.
El lunes pasado, Nicholas Prosper fue trasladado desde el centro penitenciario de Peterborough, a unos 90 kilómetros de Luton, para participar en la audiencia preliminar. Prosper aceptó los tres cargos de homicidio, la tenencia ilegal de un arma blanca al momento de su detención y la compra irregular de una escopeta Nikko calibre 12. (DIB) GML