A partir del próximo lunes, 2 de diciembre, entrará en vigor el Registro Nacional de Agentes del Seguro (RNAS), una medida que promete poner fin a la práctica de la triangulación de aportes entre obras sociales y prepagas.
Este sistema, instaurado en 1996 durante el gobierno de Carlos Menem, encareció los costos de la cobertura médica al obligar a los afiliados a derivar sus aportes a través de intermediarias que retenían un porcentaje en concepto de lo que llamaban “peaje”.
- * La triangulación surgió como parte del decreto 1141, que desreguló las obras sociales sindicales. Este marco permitió por primera vez que los afiliados trasladaran sus aportes entre diferentes obras sociales, algo que hasta entonces era impensable.
- * Sin embargo, para poder elegir entre las empresas de medicina prepagas, los usuarios debían pasar obligatoriamente por una obra social intermediaria, lo que complicó el sistema y aumentó los costos.
- * Estas entidades intermediarias, fueron muchas veces calificadas como “sellos de goma”, no ofrecían servicios reales, pero retenían entre un 2% y un 7% de los aportes del trabajador.
- * Un ejemplo emblemático de esta modalidad fue la obra social “Capitanes de Ultramar”, que, pese a su casi inexistencia en términos de servicios, multiplicó su cantidad de afiliados gracias a un convenio con una prepaga de gran alcance como es OSDE.
Cambios clave
Con la implementación del RNAS, desde este lunes los afiliados podrán derivar sus aportes directamente a la obra social o prepaga de su elección, eliminando a los “intermediarios”. Entre los grandes cambios que este sistema supone, se enumeran:
- Reducción de costos: el dinero que antes se destinaba al “peaje” quedará ahora en manos de la prepaga u obra social, lo que podría traducirse en menores cuotas o mejores servicios para los usuarios.
Sistema simplificado: los trámites serán más ágiles, ya que no será necesario realizar el cambio a través de una tercera entidad.
- Mayor equidad: las prepagas deberán operar bajo las mismas condiciones que las obras sociales, igualando derechos y obligaciones.
Pero no es un sistema exento de riesgos. Es probable que estas entidades experimenten un aumento en la cantidad de afiliados, especialmente de aquellos con salarios más altos. Este incremento en la demanda podría presionar sus recursos y dificultar el financiamiento de las prestaciones obligatorias establecidas por el Programa Médico Obligatorio (PMO).
Sin embargo, con la eliminación de esta práctica burocrática, el Gobierno busca devolver el control a los usuarios y garantizar un acceso más económico y eficiente a la salud. El desafío está en ver cómo evolucionará el sistema, ya que el fin de la triangulación representa un paso hacia un modelo más transparente, pero es materia pendiente conocer si logrará frenar el elevado costo económico que viene escalando todo los meses en el sector de la cobertura médica privada en Argentina. (DIB)