La Plata, jul 14 (DIB).- En la localidad de Abasto, La
Plata, hay dos hectáreas en donde conviven más de 300 animales de granja,
algunos de los cuales fueron rescatados cuando eran trasladados a mataderos o
entregados por personas que iban a comerlos y se arrepintieron.
La escena, aunque no lo parezca, es bastante común: una
familia compra una ternera para criarla y comerla en un festejo, pero las
personas se terminan encariñando y después no se animan a matarla. Para esos
casos, existen los “santuarios”, espacios que promueven personas veganas y en
donde se busca preservar a los animales de granja.
“Lo que hacemos, es lo que nos toca, es darle la vida que se
merecen a los animales, devolverle un poco por todo el daño que le hicimos
porque nosotros no nacimos veganos”, le contó a DIB sobre la visión filosófica
de estos lugares Melisa Lobo, una de las encargadas de “Salvajes”, el santuario
platense.
En las dos hectáreas de Abasto hay cabras mestizas (algunas
fueron trasladadas de la República de los Niños de La Plata), chivos, vacas,
toros, cerdos, gallinas, gallos, patos y gansos.
“La gran mayoría de los animales vinieron de casas, de
familias que compraron para comerlos y después no se animaron a matarlos. Y
bueno, acá los recibimos. También hay vacas y toros que saltaron de camiones
cuando los trasladaban a mataderos. Los camiones jaulas son viejos, las puertas
se abren y los animales saltan”, explicó Lobo.
El santuario “Salvajes” se solventa con el aporte de $ 100
mensuales que dan las personas que deciden ser padrinos y madrinas de los
animales alojados y su mantenimiento se lleva adelante con voluntariados,
jornadas que se realizan los fines de semana en el predio.
“Trabajamos con veterinarios y con la Facultad de
Veterinaria (de la Universidad Nacional de La Plata). De cualquier manera, si
los animales se alimentan bien, están hidratados y tienen sombra, se enferman
menos”, afirmó Lobo sobre los cuidados.
Los “santuarios” son distintos a otros lugares que albergan
animales (zoológicos y granjas, por ejemplo) porque no buscan un beneficio
económico de esta situación. “Salvajes”, a cargo de cuatro personas, solo puede
ser visitado por los padrinos y madrinas, y por aquellas personas que llevaron a
los animales que están alojados.
Uno entre pocos
Los santuarios de animales aún escasean. En España, por
mencionar un caso, hay alrededor de 50. Y en Argentina son seis, cinco de los
cuales se encuentran en la provincia de Buenos Aires: General Rodríguez (el más
antiguo), Pilar, Punta Lara (Ensenada), Abasto (La Plata) y Tandil. El restante
está en Córdoba. En las demás provincias no hay establecimientos de este
tipo.
“Lo que hacemos es retribuir, darle una buena calidad de
vida y el cariño que no tuvieron y que no tienen resto de la población del
mundo de los animales”, sostuvo Lobo. (DIB) MT