lunes 06 de octubre de 2025
6 de octubre de 2025 - 17:47

Luján: cerró Molino Campo Claro, empresa de Carlos Keen dedicada a la elaboración de productos orgánicos

La firma de Carlos Keen (Luján) anunció el cierre tras 30 años de producción. "Hoy nuestro modelo de trabajo perdió sustentabilidad”, explicaron.

El Molino Campo Claro, empresa dedicada a la elaboración de productos orgánicos en la localidad de Carlos Keen, partido de Luján, anunció el cierre de su producción tras treinta años de actividad. La noticia fue comunicada por sus propios trabajadores y socios a través de un extenso mensaje publicado en redes sociales.

“Hemos resistido 30 años, y lo seguiremos haciendo, pero no de esta forma. Para nosotros el significado de Campo Claro va mucho más allá de una empresa o de un producto, y sabemos que para vos también. Por eso te queremos contar que vamos a seguir perdurando, como una semilla guardada en la tierra hasta que vengan buenos tiempos”, comienza el texto publicado en la red social Instagram. “Lo que no funciona más es el sostén económico de nuestra producción y de la fuerza de trabajo que la hacen posible. Con errores y aciertos, hemos aguantado lo inimaginable para sortear los desafíos que nos tocaron, pero hoy, nuestro modelo de trabajo perdió sustentabilidad”.

Embed - Campo Claro on Instagram: "CERRAMOS Hemos resistido 30 años, y lo seguiremos haciendo, pero no de esta forma. Para nosotros el significado de Campo Claro va mucho mas allá de una empresa o de un producto, y sabemos que para vos también. Por eso te queremos contar que vamos a seguir perdurando, como una semilla guardada en la tierra hasta que vengan buenos tiempos. Lo que no funciona más es el sostén económico de nuestra producción y de la fuerza de trabajo que la hacen posible. Con errores y aciertos, hemos aguantado lo inimaginable para sortear los desafíos que nos tocaron, pero hoy, nuestro modelo de trabajo perdió sustentabilidad. Sin un cambio real y generalizado en las decisiones que toman los consumidores al momento de elegir sus alimentos, los pequeños productores de la agricultura orgánica perdemos competitividad contra el capital concentrado. Damos un paso al costado con dolor, enojo y vergüenza, que hoy le ganan al orgullo de todos estos años de trabajo digno, los cientos de toneladas de alimento sano procesados, las miles de familias que nos eligieron para alimentarse conscientemente, y las miles de hectáreas que ayudamos a cuidar del veneno de la agricultura industrial. Ojalá con el correr de los días recuperemos la esperanza para permanecer vitales hasta que llegue la hora de renacer. Queremos agradecer en primer lugar a nosotros mismos, los que quedamos tocando el violín hasta el final: Leito, Marce, Sergio, Derlis, Juance, Nata, Flor y Arno, y a tantos otros que pasaron por el Molino. Fue bueno haber compartido este viaje con ustedes, compañeros. A Angela, socia gerente de la SRL y fundadora junto con Harald, firme detrás de la lapicera, lejos de los flashes pero siempre presente, garantizando la continuidad de los ideales hasta el último minuto. Tuvimos clientes gigantes y microemprendimientos, y a todos los consideramos importantes. Pero a vos, que nos elegiste para alimentarte a vos o a tu familia, te queremos decir que te vamos a estar eternamente agradecidos por permitirnos existir todos estos años. No tenemos más palabras, pero podemos escuchar las tuyas, si te resuena compartirlas. Abrazo, y hasta siempre."

En el texto, la firma plantea: “Los pequeños productores de la agricultura orgánica perdemos competitividad contra el capital concentrado”. Y sigue: “Damos un paso al costado con dolor, enojo y vergüenza, que hoy le ganan al orgullo de todos estos años de trabajo digno, los cientos de toneladas de alimento sano procesados, las miles de familias que nos eligieron para alimentarse conscientemente, y las miles de hectáreas que ayudamos a cuidar del veneno de la agricultura industrial. Ojalá con el correr de los días recuperemos la esperanza para permanecer vitales hasta que llegue la hora de renacer”.

En la despedida en sí, “queremos agradecer en primer lugar a nosotros mismos, los que quedamos tocando el violín hasta el final: Leito, Marce, Sergio, Derlis, Juance, Nata, Flor y Arno, y a tantos otros que pasaron por el Molino”.

Los orígenes de Campo Claro

Campo Claro nació en 1995 como un pequeño establecimiento familiar, que abrió “la tranquera” con la elaboración artesanal de harinas integrales y aceites prensados en frío, dando inicio a una trayectoria vinculada a la agricultura orgánica, según destaca el medio local El Civismo de Luján.

“Desde sus inicios, la empresa sostuvo la vocación por la investigación y el perfeccionamiento permanente en la elaboración de alimentos saludables, manteniendo viva la impronta de su fundador, Harald Witomir Tomys, cuyos ideales marcaron la identidad del molino y fueron asumidos por todo el equipo de trabajo”, completa El Civismo. (DIB)

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