Aunque formal parte del “minué” habitual de cada negociación entre el gobierno y los gremios que representan a los empleados estatales, la falta de oferta de aumento salarial por parte de la administración de Axel Kicillof en la primera reunión de la nueva ronda de paritarias expresa algo más: el endurecimiento de la Provincia en la negociación con la oposición y sectores del propio oficialismo por las leyes de Presupuesto, Impuesto y la que autoriza el endeudamiento.
Kicillof mantiene una buena relación con los gremios estatales, quienes si bien no recuperaron poder adquisitivo de su salario tampoco perdieron tanto poder de compra como los nacionales desde que Javier Millei los puso como uno de los blancos de su ajuste. Los números reflejan esa realidad: en los primeros 10 meses de este año, los estatales recibieron una suba del 25,9 % contra una inflación del 24,8% para el mismo período.
La lógica detrás de esa evolución es sencilla: aunque con algún retraso, Kicillof vino convalidando hasta ahora el criterio de empatar con el porcentaje de aumento salarial de cada ronda de paritarias las subas de Índice de Precios al Consumidor del Indec. Pero esta vez, esa metodología está sometida a una presión extra: el gobierno advierte que sin leyes, pero sobre todo sin la autorización para tomar deuda, será muy difícil otorgar un nuevo aumento.
¿Qué pasó hasta ahora?
Hasta ahora, transcurrieron dos reuniones -una con los representantes de los empleados de la administración central y otra con los gremios docentes- donde hubo compresión, escucha de las demandas, pero ninguna propuesta de aumento. Lo mismo ocurrirá mañana, en un encuentro con los judiciales. Sin nuevas reuniones confirmadas, las negativas se insertan en un contexto de incertidumbre respecto del financiamiento de la Provincia.
“Sin leyes no hay vida”: la frase, que un alto funcionario del gobierno deslizó a DIB, sintetiza en términos casi dramáticos la postura de Kicillof ante la negociación con los estatales. El criterio queda claro: una cosa depende de la otra. O de otro modo: si no se aprueban las leyes, el aumento de fin de año -la cuota que se cobró este mes había sido acordada en agosto- será muy complicado de financiar.
Alerta aguinaldo
En el ministerio de Economía, que conduce Pablo López, advierten incluso que la presión que le pone al tesoro el pago de la segunda cuota del aguinaldo en diciembre exigirá al máximo las posibilidades de la provincia. El ministro de Gobierno, Carlos Bianco, viene pidiendo, hasta ahora sin éxito, una reunión con el ministro del Interior, Diego Santilli, para tratar la cuestión del financiamiento de la provincia. Le reclama a Javier Milei una deuda de más de 12 billones de pesos.
Aunque el gasto salarial es uno de los más importantes en la Provincia, no es el único ítem en que se expresa el endurecimiento de Kicillof. Los intendentes, por caso. todavía no tienen asegurado fondos suplementarios a la coparticipación provincial porque esa cláusula está incluida en el proyecto.
Ayer, en la Legislatura, obtuvieron dictamen los proyectos de ley de Presupuesto e Impuestos (Fiscal Impositiva), pero no la autorización para endeudarse por el equivalente a 3035 millones de dólares. Ese último rechazo provocó enojo en las filas del gobierno, desde donde partieron reproches para la oposición pero también fastidio con La Cámpora y el massismo, a quienes acusan de no hacer todo lo posible para que el Gobernador tengas leyes que reclama. (DIB)