La Policía de Necochea encontró en un rastrillaje en el Lago de los Cisnes el cuerpo de Débora Bulacio, que era buscada intensamente desde el sábado por la noche. Por el hecho se encuentra detenido e imputado por el femicidio su novio, Ángel Gutiérrez. El cuerpo se hallaba enterrado junto al espejo de agua.
Más temprano, en un operativo realizado en el camping Miguel Lillo las autoridades secuestraron computadoras que contienen el registro de las cámaras de seguridad del predio, material clave para avanzar en la investigación.
La mujer era oriunda de la localidad de Barker y tenía tres hijas. Había llegado con su pareja el jueves pasado al mencionado camping de la localidad balnearia.
En audios que le envió a sus amigos, la mujer afirmaba que la estaba pasando “supermal” y se culpaba por ello: “Acá estoy en Necochea, pasándola no muy bien, pero bueno, intentando pasarla bien. A ver si me pongo las pilas y trato de pasarla bien, porque la verdad que la vengo pasando supermal. Debe ser mi culpa, yo sé que es mi culpa, pero bueno…”.
Sin check out
La denuncia de su desaparición fue radicada el sábadocuando el sereno del camping observó que Gutiérrez se había retirado pero la mujer nunca hizo el check out.
Esa misma jornada comenzaron los procedimientos en el establecimiento y en las zonas aledañas para saber si había rastros de Bulacio. En el operativo se hallaron prendas con sangre.
Ante esto el fiscal Walter Pierrastegui ordenó la inmediata detención de Gutiérrez, quien este lunes fue sometido a la audiencia indagatoria donde se negó a declarar. A su vez, fue imputado por el delito de “homicidio doblemente agravado por vinculo preexistente y violencia de género” (femicidio) y la jueza de Garantías Aída Lhez le dictó la prisión preventiva.
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