Cuando Miguel Ángel Russo falleció, Boca Juniors decidió homenajearlo en la Bombonera. Fue el 18 de octubre en el partido ante Belgrano, que el club recordó la figura de quien hasta entonces era su entrenador. Un gesto con una camiseta que terminó con una historia difícil de creer.
Esa tarde Leandro Paredes, capitán del xeneize, se encargó de dejar volar la camiseta azul y oro con el nombre de Miguel, el año de su nacimiento y el símbolo de infinito. La camiseta voló atada a globos azules y amarillos sobre el cielo de la Bombonera y desapareció hacia un destino desconocido ante el aplauso y respeto de los hinchas.
Sin embargo, hace pocas horas se reveló qué pasó con ella, justo después de que Boca le ganara el superclásico a River. No cayó en ningún barrio porteño ni en el Gran Buenos Aires y menos en el Río de la Plata. La camiseta de Russo apareció en Uruguay.
Un trabajador rural de Cañada Nieto, un pequeño paraje de 500 habitantes en el departamento de Soriano, encontró la reliquia coleccionable en un campo ubicado a más de 100 kilómetros de donde partió. La foto de la casaca dedicada a Miguel no deja dudas de su autenticidad, apoyada contra un tractor.
"Era un día de rutina, yo estaba cortando pasto en el medio del campo y vi los globos. Los iba a pasar por arriba pero me dio curiosidad. Cuando vi que era de Boca se la mostré a mi novia y fue ella la que me contó lo del homenaje. Ahí tomé dimensión de lo que había pasado", contó Agustín Elugui, el uruguayo que encontró la prenda.
"La camiseta la tengo guardada en mi casa, no sé qué voy a hacer con ella, no lo pensé. La voy a tener guardada. Me dieron ideas, quizá la puedo guardar como un recuerdo o dársela al museo de Boca, no lo sé...", comentó a ESPN Elugui, quien se declaró hincha de Peñarol y se ofreció también a invitar con un asado a Edinson Cavani y Miguel Merentiel, jugadores uruguayos del xeneize. (DIB)