En medio de las polémicas por los precios de la Costa Atlántica frente a los de las playas brasileñas, apareció un visitante exótico: un elefante marino, que se instaló en el pasillo 7 del Balneario 12 de Punta Mogotes, en Mar del Plata, y se convirtió en una verdadera atracción turística.
Sin embargo, este nuevo inquilino tiene un claro pedido para quienes se acercan a verlo: respeto y tranquilidad.
De hecho, junto a él se instaló un cartel donde se recuerda que el elefante marino es una de las especies más emblemáticas de la Costa argentina, y su presencia en nuestras playas es un recordatorio de la importancia de la conservación marina. Durante ciertos períodos del año, estos majestuosos animales vienen del sur en su viaje de alimentación y se instalan en las playas para descansar y cambiar su piel.
El texto, escrito en una hipotética primera persona, es decir, desde la perspectiva del animal, dice: “Vengo desde el sur, en mi viaje de alimentación. Salgo a la playa a descansar y a cambiar mi piel. Puedo quedarme por varios días, lo único que necesito es estar tranquilo… ¡Que no me molesten! Prefiero estar al Sol, porque en este período puedo tener frío. Así que ¡evitá mojarme! Tampoco me des comida ni agua. Evitá acercarte, respetando mi espacio, manteniendo distancia. Recordá que soy un animal silvestre. Tu mascota también debe mantenerse alejada”. (DIB)