Piezas fosilizadas de un ejemplar de mastodonte (Stegomastodon platensis) de grandes dimensiones fueron descubiertas por la familia Alí-Martínez en el partido de San Pedro mientras pescaban en el río Arrecifes. Desde el Museo Paleontológico, José Luis Aguilar, Javier Saucedo, Matías Swistun y Walter Parra, acudieron al lugar para analizar el hallazgo. Según expresaron en un comunicado, además de un enorme molar, se lograron recuperar partes de la pelvis y una escápula completa del animal.
Los restos hallados corresponden a un mastodonte, un pariente prehistórico de los elefantes actuales, que habitó la llanura pampeana y desapareció junto a otros géneros de grandes animales en la extinción ocurrida en el límite Pleistoceno-Holoceno. “Lo más impactante del hallazgo es el enorme molar recuperado. Mide 20 centímetros de longitud, 9 centímetros en su parte más ancha y pesa 1,6 kilogramos”, expresó Aguilar, miembro del Grupo Conservacionista de Fósiles.
El especialista explicó que “el orden al que pertenecieron los mastodontes y actualmente los elefantes, se originó en Egipto durante el Eoceno, con un animal llamado Moeritherium, de unos 60 cm de alto. Su cráneo era alargado y tenía unas pequeñas defensas o colmillos”.
Millones de años más tarde, durante el Plioceno, y luego de muchos cambios adaptativos, “surgió en América del Norte Stegomastodon, género al que pertenecieron algunos de los mastodontes que llegaron a vivir en tierras sudamericanas hasta su desaparición a comienzos del Holoceno”, añadió.
Los mastodontes, como Stegomastodon, pertenecen a la familia de los gonfoterios (Gomphotheriidae), parientes cercanos de los elefantes actuales (familia Elephantidae) y del poderoso Mamut (Mammuthus), de colmillos enrulados, cuerpo cubierto de grueso pelo y un tamaño algo mayor.
En África y Asia los proboscídeos (como se denomina a este grupo de animales con trompa) sobrevivieron hasta nuestros días en las formas de los elefantes que hoy conocemos. (DIB) AR