La Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA) difundió su informe de noviembre, en el que confirmó que el sector mostró un desempeño dispar, atravesado por menos días hábiles, ajustes en los planes industriales y un reacomodamiento del mercado. El resultado: una producción mensual en baja, exportaciones mixtas y un canal mayorista que sintió el impacto, aunque todavía exhibe un crecimiento robusto en el acumulado anual.
Frenazo
Con 18 días hábiles -cuatro menos que en octubre-, las terminales fabricaron 37.961 vehículos, un 19,6% menos que el mes anterior y 29,3% menos que en noviembre de 2024.
A pesar del retroceso mensual, el sector mantiene el volumen anual: entre enero y noviembre se produjeron 464.408 unidades, apenas 0,9% por debajo del mismo período del año pasado.
Exportaciones con idas y vueltas
En comercio exterior, las terminales exportaron 31.248 unidades, lo que significó un 5,5% más que en octubre, aunque un 3,1% menos frente a noviembre de 2024.
El acumulado anual muestra un desafío mayor: con 260.681 vehículos enviados al exterior, las exportaciones caen 9,5% respecto del año pasado.
Rodrigo Pérez Graziano, presidente de ADEFA, subrayó que “el frente externo sigue siendo un desafío estratégico”, y volvió a insistir en la necesidad de avanzar en una reducción de la carga fiscal para sostener la competitividad del modelo exportador.
Ventas mayoristas
Las ventas a concesionarios también sintieron el freno de noviembre: se comercializaron 35.249 unidades, una caída del 21,3% respecto de octubre y del 12,1% interanual.
Sin embargo, el acumulado anual muestra el contraste más fuerte del informe: con 535.270 unidades entregadas entre enero y noviembre, el canal mayorista creció 47,9% frente a 2024. Un salto explicado por la recomposición de la oferta, programas comerciales más agresivos y el repunte de las herramientas de financiamiento.
Un mes que distorsiona, un año que resiste
Las cifras de noviembre dejan un panorama heterogéneo: un mes que golpea a producción y ventas, un comercio exterior que no despega y un mercado mayorista que se mantiene como motor de recuperación.
En un contexto de reordenamiento industrial y tensiones externas, la industria automotriz argentina llega al cierre de 2025 con signos de resistencia y desafíos abiertos para el próximo año.
Fuente: Agencia DIB