“Esta liebre quiere estar en París”: un sorteo para acompañar la preparación olímpica de su hermana

La marplatense Florencia Borelli está clasificada para la maratón de los Juegos Olímpicos. Con su hermana Mariana, también atleta, conforman un equipo de trabajo.

Mariana (der.) y Florencia Borelli, las hermanas atletas de Mar del Plata. - Instagram: @mariborelliok -
Mariana (der.) y Florencia Borelli, las hermanas atletas de Mar del Plata. - Instagram: @mariborelliok -

Por Gastón M. Luppi, de la redacción de DIB

“Somos muy unidas, entrenamos juntas casi todos los días”. Mariana es la hermana melliza de Florencia Borelli, la atleta argentina clasificada para el maratón de los Juegos Olímpicos de París que, además, días atrás batió en California el récord sudamericano de los 10.000 metros en pista. Florencia viajó a Estados Unidos y al cuidado de su hijo Milo se quedó Mariana. Y con Mariana también se quedó Goku, el perrito de Florencia.

Mariana y Florencia son un equipo. A mediados de febrero, en el maratón de Sevilla, Florencia logró la marca que la clasificó a los Juegos Olímpicos. Mariana se quedó en Argentina, con Milo y Goku. Y con un lugar asegurado en París 2024, ahora lo fundamental es que Florencia pueda contar con todo lo que necesita para preparar la competencia más importante de su carrera.

“Ahí surgió la idea de querer acompañarla en el último tramo de la preparación”, le cuenta Mariana Borelli a la agencia DIB. “En ese último tramo mi hermana va a necesitar contención, es muy fuerte todo lo que va a vivir y está bueno que esté acompañada”, explica la deportista de 31 años.

No es que surgió de repente. Lo venían hablando, sí, pero estar en París no dejaba de ser una ilusión. “Estaba la idea de que ella vaya a los Juegos Olímpicos, pero es muy difícil, pueden pasar un montón de cosas”. Hasta que el 18 de febrero Florencia corrió los 42,195 kilómetros de Sevilla en 2.24.29 horas, récord sudamericano para la distancia, por debajo de las 2.26.50 horas que exige la clasificación a París.

Mariana Borelli (der.) junto a su hermana Florencia. - Instagram: @mariborelliok -
Mariana Borelli (der.) junto a su hermana Florencia. – Instagram: @mariborelliok –

“Ahí le dije a ‘Flor’: ‘Duermo en el aeropuerto, lo que sea, pero voy”. Baño de realidad, los costos son casi prohibitivos. Lápiz, papel, calculadora e Internet de por medio, comenzó la planificación: primero los pasajes, después el resto. Las hermanas tienen sponsors y los sponsors proveen sus productos. “Tenemos stock, si hacemos un sorteo por ahí la gente se copa”, tiró Mariana.

Los atletas tienen muy presente una colecta que encabezó Santiago Maratea en 2021, cuando deportistas argentinos necesitaban costear un viaje al Sudamericano de Guayaquil. En aquella oportunidad, “influencer” de por medio, se logró pagar un avión para que viajen más deportistas de lo que inicialmente iban a hacerlo. “La gente es muy solidaria”, comprobó allí Mariana.

Y ahora se entusiasmó. “Es mi emprendimiento”, dice ella con orgullo. Se armó el sorteo, bajo la consigna “Esta liebre quiere estar en París”. “Primer puesto”, un par de zapatillas Nike, número 37 de mujer; “segundo puesto”: productos Gu y remera de la selección argentina de atletismo; “tercer puesto”, conjunto de ropa Sonder para mujer y varón. “Nunca pensé que iba a tener tanta repercusión, creí que iba a ser algo más tranqui”, confiesa Mariana, quien vía redes sociales se pasa parte del día dando números para el sorteo.

La contención familiar

Florencia Borelli tiene sus becas y sponsors. En épocas de “no hay plata”, sin embargo, es posible que ella cuente con todos los recursos para llevar adelante sus entrenamientos rumbo a París. No obstante, es más compleja la puesta a punto de cara a un Juego Olímpico.

“Florencia siempre dice que si yo no estuviese, sería muy difícil para ella dejar al nene; su marido trabaja, no puede depender todo de él. Entonces, me siento superparte de su rendimiento, porque ella se va tranquila, se va relajada, sabe que a Milo lo trato como a un rey”, explica Mariana, y bromea: “La cargo y le digo que la mitad de las medallas que gana, por ejemplo de un Panamericano, es mía, jodemos mucho con eso. Pero lo cierto es que cuando viaja, me hago cargo de Milo, me traigo el perro a casa… De hecho, ahora Milo está con los horarios de escuela, así que estamos con esa rutina de nuevo”.

En el alto rendimiento la diferencia son los detalles. Aunque en realidad, de detalles no tienen nada: “La contención familiar es fundamental para un atleta, porque si no es casi imposible”. Y cuenta Mariana del viaje de su hermana a Sevilla, en febrero, donde consiguió la clasificación olímpica: “Yo no pude ir. Pero por lo general solemos planificar todos los detalles, con mucha anticipación: las zapatillas, en qué kilómetros le alcanzo el gel… Ella me consulta, como si todo pasara por mi filtro”.

Y de cara a los Juegos Olímpicos, explica Mariana: “Cuando se va y está muy lejos, sobre todo de su hijo, Florencia empieza a extrañar. Y creo que en el momento de las últimas dos o tres semanas para los Juegos Olímpicos, después de varias preparaciones en la altura, va a estar cansada”.

En equipo, Mariana (der.) y Florencia Borelli. - Instagram: @mariborelliok -
En equipo, Mariana (der.) y Florencia Borelli. – Instagram: @mariborelliok –

No está definido todavía, pero por lo general las preparaciones son en la altura de Cachi, provincia de Salta. Después, seguramente Florencia Borelli viaje a Madrid, para continuar sus entrenamientos con calor. Y de allí, a París, tal vez un par de semanas antes de los Juegos.

“Ahí me parece que, psicológicamente, le va a hacer muy bien que yo esté ahí. Es una compañía y una contención, porque además de ser atleta de alto rendimiento, es madre, y a veces se complica un montón al alejarse tanto tiempo de su hijo”.

Por ello, por un lado, el aporte de Mariana para la preparación. Pero hay un plan de máxima. “La idea es que Milo también viaje, para que vea a su mamá en los Juegos Olímpicos, que me parece espectacular. Poder ir con Milo sería el plan ideal”.

La liebre

“Esta liebre quiere estar en París”, fue una suerte de título del sorteo. “Lo pusimos como algo divertido”, admite Mariana, pero la gente se copó: “En los comprobantes de la transferencia me ponen: ‘La liebre tiene que ir’, ‘Vamos la liebre’, ‘Una libre a París’”.

Pero además, las “liebres” juegan un rol clave en la preparación de los atletas de élite. “Generalmente, la liebre tiene que ser un poco más rápida que la corredora, tiene que llevarla al límite. De hecho, antes de que se fuera a correr los 10.000 metros a Los Ángeles, que venía de correr la maratón de Sevilla, a otro ritmo, yo la sacudía con unos 300 furiosos y ella me decía: ‘¡Pará!’. ‘Dale porque hay que mover para el 10.000 en pista’, le tiraba yo”. Y vaya que movió: récord sudamericano con un tiempo de 31:33,07 minutos.

Mariana Borelli (izq.), jornada de entrenamiento junto a Florencia. - Instagram: @mariborelliok -
Mariana Borelli (izq.), jornada de entrenamiento junto a Florencia. – Instagram: @mariborelliok –

Según Mariana, “la doble carta” que tiene su hermana Florencia es que es “una corredora de fondo pero muy rápida, y eso le va a permitir seguir bajando la marca en maratón. Por eso se fue a correr 10.000 metros, para seguir bajando segundos en otras pruebas”.

Mariana es “la fan número 1” de Florencia. Y cuenta una anécdota: “El último entrenamiento antes de su viaje a Sevilla, yo la acompañaba con bloques de dos kilómetros con un kilómetro de descanso. Y ella me hablaba, me decía que quería tomar agua, y en un momento le digo: ‘Flor, vas muy cómoda a 3:25 (minutos el kilómetro). Y me responde: ‘Esta es la idea, así quiero correr la maratón’. ‘¿Qué onda?’, pensaba yo. ‘¿Cómo que vas a correr 42 kilómetros a 3:25?’”, le preguntaba a su hermana, se preguntaba a sí misma.

“Me parece increíble”, admite Mariana. “Ella nació para el fondo. Siempre tuvo ese, no sé si plus, no sé cómo llamarlo, pero siempre aguanta más”. Y analiza: “Más allá del entrenamiento, creo que pasa por la fuerza, la garra. No tiene que ver con el entrenamiento, porque si no todos lograrían la marca mínima. La gente muchas veces dice que no le cuesta. ¡No!, le recuesta. Ella siempre lo aclara, porque si no parece que no sufre, que no la pasa mal, y no es así”.

Mariana Borelli, en acción durante los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile. - Instagram: @mariborelliok -
Mariana Borelli, en acción durante los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile. – Instagram: @mariborelliok –

Mar del Plata, cuna de atletas

Mar del Plata, sin duda, es cuna de deportistas. Y varios de esos deportistas son atletas. “Con tantos lugares espectaculares para entrenar a nivel nacional, nos preguntamos por qué Mar del Plata, y siempre llegamos a la misma conclusión”, le dice Mariana Borelli a la agencia DIB. “Mar del Plata, además de los terrenos naturales, tiene un clima totalmente hostil. Nos pasaba mucho cuando íbamos a correr a Buenos Aires, o a algún otro lado, y nos decían: ‘Hay viento’. Y nos reíamos, para nosotras eso no era viento”. Y completa: “Estamos acostumbrados a un clima tan, tan heavy, y durante tantos años… Más allá del talento, obvio, esas condiciones te hacen más fuerte. Y lo hacemos desde chiquitas”.

Fondista en formación

Este fin de semana Mariana Borelli ganó una media maratón en Uruguay. “Seguimos que está fondista en formación quiere más”, publicó en Instagram.

Por delante, Borelli correrá un par de carreras por mes, pocas de ellas en pista. “Son muchos años de pista y está bueno tener un break. Además, este ciclo olímpico quería acompañar a ‘Flor’ y las dos cosas no se pueden, pista y calle no van de la mano, para nada. Dejo la pista y estoy con los geles y todas esas cosas nuevas. Estoy contenta”. (DIB) GML

Mariana Borelli, ganadora de medio maratón el fin de semana en Uruguay. - Instagram: @mariborelliok -
Mariana Borelli, ganadora de medio maratón el fin de semana en Uruguay. – Instagram: @mariborelliok –

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí