La mansión apodada “The One”, la más grande del mundo y ubicada en Bel Air, Los Ángeles, en Estados Unidos, fue finalmente vendida en las últimas horas, aunque un precio algo menor a lo esperado.
El comprador -que hasta ahora se mantiene anónimo- ganó la puja por US$126 millones, menos de la mitad de los US$295 millones por los que originalmente se ofrecía antes de la subasta y un cuarto del valor previsto. El monto ascenderá a US$141 millones cuando se paguen los costos de comisión y de la subasta.
Para los acreedores el resultado fue un gran fracaso, ya que estos acumulaban US$190 millones en deuda. Sin embargo, la cifra no deja de ser desopilante para un inmueble que se justifica en sus 9755 m² plagados de lujos, aunque con algunos retrasos en la construcción.
Ubicada en un terreno de más de una hectárea y media, la mansión se distribuye entre 21 habitaciones, 42 baños completos y siete medios baños. Los dormitorios llaman la atención por sí solos, ya que la suite principal mide 511 m².
Para los fanáticos de un juego clásico, tiene una pista de bowling con cuatro líneas que está disponible las 24 horas del día para que sus propietarios jueguen entre ellos o con invitados.
Quienes buscan fiesta, la mansión también cuenta con un club nocturno que tiene hasta salón VIP. La propiedad tiene diez bares repartidos en la casa. El entretenimiento también se extiende a una sala de cine privada donde entran 40 espectadores.
Para estar al día, los desarrolladores diseñaron un sky deck de 1930 m² que podrían servir vino de la bodega privada que tiene capacidad para guardar hasta 10.000 botellas.
También tiene una pista de atletismo al aire libre, un gimnasio de última generación, un putting green por si los residentes disfrutan jugar al golf y una cancha de tenis, entre otras.
¿El garaje? Otro sitio que se destaca. Cuenta con espacio para guardar más de 30 vehículos con dos plataformas giratorias para exhibición de autos. Aún con todas estas comodidades, los informes indican que la casa aún no está terminada ni habilitada para ser habitada. (DIB)