El cáncer de próstata es el tumor más diagnosticado en hombres en Argentina y el tercero en mortalidad, detrás del cáncer de pulmón y colorrectal. Aunque en la última década se lograron avances, el principal desafío aparece en los casos avanzados, cuando el tumor deja de responder a la terapia hormonal. Allí los pacientes progresan a lo que se conoce como cáncer de próstata resistente a la castración (CPRC), una etapa en la que las opciones terapéuticas son limitadas. En ese escenario, la reciente aprobación en el país del 177Lutecio-PSMA-617 representa una innovación clave. Se trata de una terapia con radioligandos -la primera de su tipo avalada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT)- que combina diagnóstico y tratamiento en un mismo procedimiento.
“Estamos frente a un cambio de paradigma, una nueva forma de tratar el cáncer de próstata con un mecanismo de acción diferente”, explicó el oncólogo Juan Pablo Sade, jefe de la Unidad de Tumores Genitourinarios del Instituto Alexander Fleming y del Hospital Austral.
La terapia funciona como un “misil guiado”: una molécula (PSMA-617) se une a una proteína que sobreexpresan las células tumorales (PSMA), y transporta una partícula radioactiva (177Lutecio) que destruye esas células desde adentro. Gracias a estudios de imágenes previos, los médicos pueden identificar qué pacientes son candidatos, aplicar la terapia de manera ambulatoria y monitorear en tiempo real la respuesta al tratamiento.
Llave y cerradura
La doctora Isabel Hume, jefa de la sección de terapia con radiofármacos del Hospital Italiano y vicepresidenta de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear, lo resume así: “Primero identificamos la cerradura -el marcador PSMA- y luego aplicamos la llave -el radiofármaco-. Esto nos permite administrar dosis altas de radiación de forma muy selectiva, con menos efectos adversos y mejor control de la enfermedad”.
La terapia, además, introduce el concepto de teragnosis: la posibilidad de ver y tratar la enfermedad con la misma molécula, lo que abre la puerta a un seguimiento mucho más personalizado.
Desafío
La aprobación en Argentina se basó en los resultados del estudio internacional VISION, que demostró que el 177Lutecio-PSMA-617 retrasa la progresión del cáncer, prolonga la supervivencia global y mejora la calidad de vida de los pacientes en comparación con los tratamientos convencionales.
Aunque por ahora está indicada en pacientes con enfermedad avanzada y resistente, los especialistas proyectan que en el futuro podría utilizarse en etapas más tempranas. “Nuestro desafío será formar más profesionales y habilitar nuevos centros para acompañar el enorme potencial de este tipo de terapias”, anticipó Hume.