La aparición de un nódulo en el cuello que crece lentamente, los cambios persistentes en la voz y una sostenida dificultad para tragar son algunas señales de alerta que nos indican que es momento de consultar a un especialista. Todos estos síntomas pueden estar asociados al cáncer de tiroides, un tipo de tumor que afecta a más de 4.000 argentinos por año, es cuatro veces más frecuente en mujeres, y que si es tratado a tiempo tiene un pronóstico favorable.
“El cáncer de tiroides es la neoplasia endócrina más frecuente, pero representa solo el 2% de todos los tumores malignos. En el mundo, se diagnostican anualmente aproximadamente 230 mil casos. Latinoamérica es una región de alta incidencia, con estadísticas que muestran entre 2 y 8 casos cada 100 mil habitantes”, explica la endocrinóloga Susana Belli, jefa de la especialidad del Instituto Alexander Fleming (IAF).
“En los últimos años su diagnóstico ha aumentado, sobre todo por la detección incidental de nódulos pequeños gracias a ecografías y otros estudios de imagen. En la Argentina pasa lo mismo: se diagnostican más casos, pero la mortalidad se mantiene muy baja porque la mayoría tiene buen pronóstico”, detalla por su parte la doctora Bárbara Berenstein, cirujana de Cabeza y Cuello del IAF.
Este miércoles 24 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Tiroides, una fecha instaurada para darle visibilidad a esta patología oncológica, ponerla en la agenda pública y generar conciencia sobre la importancia de promover el diagnóstico temprano como principal herramienta para hacerle frente.
Más frecuente entre las mujeres
Al analizar las diversas variantes de cáncer de tiroides, los expertos detallan que existen cuatro tipos principales. El carcinoma papilar es el más común, ya que representa casi el 80% de los casos. En general son tumores pequeños, de buen pronóstico, que se presentan entre los 20 y 60 años. También se encuentran el carcinoma folicular, el carcinoma medular y el carcinoma anaplásico, que es poco frecuente pero agresivo: tiene un crecimiento rápido y es difícil de tratar.
“Los tumores de tiroides son más frecuente en mujeres y el pico de su incidencia se registra entre los 40 y 50 años”, explica el oncólogo clínico Agustín Falco, especialista en Tumores de Cabeza y Cuello/Tiroides del Instituto Alexander Fleming.
Según las últimas estadísticas que publicó el Ministerio de Salud de la Nación, en la Argentina se diagnostican 4.100 nuevos casos al año y más del 80% de las pacientes son mujeres. En los hombres, en tanto, suele diagnosticarse en etapas más avanzadas.
El experto del IAF explica que la mayor incidencia en la población femenina está “probablemente asociada a factores hormonales, aunque no está claro”.
Una de las teorías es que los estrógenos pueden tener algún vínculo con las mutaciones de la glándula tiroidea –que se encarga de regular el metabolismo, la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la temperatura corporal- y estos cambios favorecen que las células crezcan y se multipliquen a un ritmo acelerado, generando así su acumulación hasta formar la masa cancerosa.
“A diferencia de otros tumores, el de tiroides no está asociado a factores de riesgo tan claros como el tabaco o el alcohol. El antecedente de haber recibido tratamiento radiante en el cuello es un factor de riesgo, sobre todo durante la infancia”, detalla Falco. La historia familiar de cáncer de tiroides y enfermedades tiroideas previas como bocio o tiroiditis crónica también pueden tener un impacto negativo.
Los controles y cómo detectarlo
El signo más común de presentación del cáncer de tiroides se da al palpar un nódulo cervical, muchas veces de crecimiento lento: puede ser un nódulo tiroideo o un ganglio cervical aumentado de tamaño. “Es importante aclarar que la mayoría de los nódulos tiroideos no son malignos, pero siempre deben ser evaluados por un especialista”, apunta Berenstein, y acota que otras señales a tener en cuenta son los cambios persistentes en la voz y la dificultad para tragar o respirar.
“La ecografía es el estudio de elección para evaluar a la tiroides. La presencia de nódulos tiroideos es muy alta y son más frecuentes con el aumento de la edad, sin embargo, sólo un 5% son malignos. Si las características clínicas o ecográficas son sospechosas de malignidad se realiza la punción del mismo, para definir sus características celulares”, plantea la endocrinóloga Susana Belli.
La doctora Berenstein agrega que no existe un programa de screening poblacional específico para este tipo de tumores debido a que es poco frecuente, por lo que la mayoría de los casos se detecta incidentalmente. Sin embargo, hay excepciones. “Sí se recomienda hacer un seguimiento ecográfico a personas con antecedentes familiares de cáncer de tiroides o que hayan estado expuestas a radiación en la infancia”, especifica.
Consejos de prevención
Si bien el cáncer de tiroides no puede ser prevenido por completo, existen algunas pautas prácticas que pueden servir para reducir el riesgo de desarrollar este tipo de tumores. Por eso, los expertos del Instituto Alexander Fleming brindan tres consejos de utilidad:
- Asegurar un consumo adecuado de yodo: en Argentina, la sal de mesa está enriquecida con yodo, lo que cubre los requerimientos diarios. No es necesario tomar suplementos salvo indicación médica, ya que el exceso también puede ser perjudicial.
- Seguir los controles recomendados para personas con mayor riesgo, como por ejemplo personas expuestas a radiación en cabeza y cuello durante la infancia.
- Prestar atención a los probables síntomas o signos para realizar una consulta médica precoz.
Cómo son los tratamientos
Una vez detectado un cáncer de tiroides, llega el momento de decidir cómo será el abordaje terapéutico a seguir. “El tratamiento primario de estos tumores habitualmente es la cirugía. En algunos casos, de acuerdo al diagnóstico histopatológico, se puede utilizar otros tratamientos como el yodo radiactivo o la radioterapia”, explica el doctor Agustín Falco.
En los últimos años, también hubo avances científicos que abrieron nuevos caminos. “Recientemente se detectaron las vías que están involucradas en el desarrollo de estos tumores y esto llevó al desarrollo de drogas que las bloquean. El tratamiento a seguir es el resultado de la discusión de un equipo multidisciplinario que define la mejor estrategia terapéutica para cada paciente”, agrega la doctora Belli.
En el marco del Día Mundial de Cáncer de Tiroides, los especialistas del Instituto Alexander Fleming destacan que esta patología en la mayoría de los casos tiene un pronóstico muy favorable. “La clave está en la detección temprana y en el seguimiento a largo plazo, incluso en pacientes curados, para detectar recurrencias y ajustar el tratamiento hormonal. El manejo óptimo requiere un trabajo multidisciplinario en el que cirujanos de cabeza y cuello, endocrinólogos y oncólogos colaboran para ofrecer el tratamiento más efectivo y personalizado para cada paciente. Consultar de forma temprana ante cualquier bulto en el cuello o cambio persistente en la voz puede marcar una gran diferencia”, concluye la doctora Bárbara Berenstein. (DIB)