Desde hace algunas semanas, en coincidencia con el comienzo
de la cuarentena, mucha gente está oyendo extraños sonidos que provienen del
cielo nocturno. Algunos dicen que suenan como aviones a reacción invisibles,
otros como un gran estallido y muchos, como miles de trompetas sonando al
unísono con un canto lúgubre. Se llenaron de videos las redes sociales con este
fenómeno y también estallaron las hipótesis, pero para la ciencia hay una
explicación que no por racional no es más extraña: estos ruidos provienen de “cielomotos”,
es decir, terremotos en la atmósfera.
De acuerdo a los científicos el cielomoto (término traducido
del inglés “skyquake”) consiste en el choque de masas de aire calientes y
frías, lo que genera un cambio de temperatura
de gran magnitud en un lapso corto de tiempo con movimientos de aire
extremadamente violento. Esto sería lo que produce esos sonidos de muy baja
frecuencia.
¿Por qué el potencial “sería”? Porque ésa no es la única
explicación para los cielomotos. Otras hipótesis incluyen la eyección de masa de
la corona del Sol, que al chocar contra la atmósfera terrestre generan ondas de
shock similares a las que se generan cuando una aeronave rompe la barrera de
sonido; la entrada de meteoros; gas que escapa de los respiraderos de la
superficie de la Tierra; la liberación explosiva de gases menos volátiles generados
a medida que la piedra caliza se descompone en cuevas submarinas; el vuelo de aeronaves
militares; erupciones volcánicas.
Lo cierto es que los cielomotos no constituyen un fenómeno
demasiado frecuente, ya que los registros están muy espaciados en el tiempo: algunos
en el siglo XIX, pocos en el siglo XX. Se empezó a hablar de ellos con más asiduidad
en los últimos años, y desde que empezó el aislamiento de la mitad de la humanidad
por la pandemia del Covid-19 el tema se instaló en las redes sociales.
El extraño fenómeno, del que hay reportes de muchos lugares
de Argentina, también obliga a repensar el estruendo que sacó de la cama a
muchos platenses la noche del 23 al 24 de marzo. La explicación oficial en este
caso estuvo relacionada con el funcionamiento de la Destilería.
Hay gente que relaciona este sonido celestial con las
apariciones de ovnis, que se han vuelto más frecuente durante la cuarentena
(probablemente porque hay más tiempo para observar el cielo). Otros ya recurren
a la Biblia y mencionan las trompetas angelicales. “Vi entonces a los
siete Ángeles que están en pie delante de Dios; les fueron entregadas siete
trompetas (…) Entonces hubo truenos, fragor, relámpagos y temblor de tierra. Los
siete Ángeles de las siete trompetas se dispusieron a tocar”, dice el
capítulo 8 del Apocalipsis, versión de la Biblia de Jerusalén. Las trompetas,
claro, anuncian la destrucción de la Tierra como la conocemos.
Los investigadores de fenómenos extraños relacionan a este
sonido con otro fenómeno llamado “The Hum” (el zumbido), un ruido de baja
frecuencia que se viene oyendo en distintos países desde la década del ’40. “The
Hum” hasta es mencionado en la popular serie “The X-Files”, y su origen es
completamente desconocido aunque jamás se lo relacionó con los cielomotos, hasta
ahora.
Como curiosidad, en 2015 se realizó en Canadá una película
de ciencia ficción prácticamente desconocida llamada “Skyquake”. En ella, el
protagonista, un recluso que está obsesionado con los sonidos que provienen del
cielo, cree que lo que los origina lo persigue cuando sale de la cárcel. Refleja
muy bien el estado de angustia y paranoia que predomina en estos días de
coronavirus, encierro y trompetas del Apocalipsis. (DIB) MM