martes 11 de noviembre de 2025
11 de noviembre de 2025 - 09:25

Uno de cada 10 argentinos tiene diabetes y hay datos preocupantes de cara al futuro

Este 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes. Esta enfermedad afecta a más de 4 millones de personas en nuestro país y muchos no lo saben. Su prevalencia se disparó en las últimas décadas y las proyecciones apuntan a que seguirá aumentando.

El sedentarismo, el sobrepeso y la mala alimentación impulsan una epidemia silenciosa que no se detiene: la diabetes. Uno de cada diez argentinos padece la enfermedad y esta cifra esconde otros dos datos negativos de cara al futuro: muchos de ellos no lo saben y la prevalencia apunta a seguir creciendo en los próximos años si no se toma conciencia. Como contracara, hay una buena noticia: con prevención, acciones sobre los factores de riesgo y detección temprana es posible vivir sin complicaciones asociadas a esta patología.

La diabetes es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre, como consecuencia de alteraciones en la acción o producción de insulina. Existen distintas variantes:

  • Tipo 1: Suele aparecer en etapas tempranas de la vida, aunque también puede manifestarse en personas mayores.
  • Tipo 2: la más común y tradicionalmente se diagnosticaba en adultos, pero cuya presencia en adolescentes va en aumento, impulsada por el sobrepeso y el sedentarismo.
  • Gestacional: Se desarrolla durante el embarazo. En menor medida, puede estar vinculada a otras enfermedades o al uso de ciertos medicamentos.

4 millones

“En la Argentina, se estima que más de 4 millones de personas conviven con esta enfermedad. La mayoría tiene diabetes tipo 2, relacionada con hábitos inadecuados de estilo de vida. La prevalencia aumentó más del 50% en las últimas décadas, y lo que es más preocupante es que las proyecciones nos muestran que seguirá en crecimiento. Pero hay otro dato que nos debe alertar y es que se estima que 4 de cada 10 personas con diabetes no saben que tienen la enfermedad”, advierte el doctor Hugo Sanabria, jefe del Programa de Prevención Cardiovascular del ICBA Instituto Cardiovascular.

El experto señala que los malos hábitos son el motor que impulsa el avance de esta enfermedad, que hoy afecta a más de 830 millones de personas a nivel global, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“En la mayoría de los casos, factores de riesgo como el sedentarismo, los inadecuados hábitos alimentarios y el exceso de peso están en el centro del desarrollo de la diabetes. La predisposición genética también juega un rol, y en algunos tipos de diabetes es determinante, pero en la tipo 2, que es la más frecuente, el estilo de vida suele ser el factor clave. Se estima que hasta uno de cada tres casos podría evitarse modificando hábitos cotidianos”, destaca en el marco del Día Mundial de la Diabetes, que se conmemora este 14 de noviembre con el objetivo de promover la prevención.

Acciones

La diabetes suele avanzar sin mostrar síntomas evidentes que deriven en una consulta médica por demanda espontánea del paciente. Por eso, es fundamental la realización de controles médicos periódicos, ya que constituyen la principal herramienta para poder detectarla a tiempo.

“Muchas veces, el diagnóstico se establece cuando aparecen complicaciones, como un infarto, un ACV o daño en los riñones. En casos muy específicos de pacientes con glucemias muy elevadas pueden dar algunas señales como sed excesiva, orinar con frecuencia, fatiga, visión borrosa o heridas que tardan en cicatrizar. La pesquisa activa es clave, porque cuanto antes se detecta, más posibilidades hay de evitar daños”, detalla el doctor Sanabria.

El experto del ICBA recomienda como medidas de prevención adoptar una alimentación saludable, reducir el consumo de azúcares simples, hacer al menos 150 minutos de actividad física por semana y mantener un peso adecuado. Además, agrega, realizar chequeos médicos periódicos permite detectar alteraciones como la prediabetes, una etapa reversible si se actúa oportuna y adecuadamente.

Impacto en el corazón

La diabetes afecta silenciosamente los vasos sanguíneos y es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares. “Las personas con diabetes tienen entre 2 y 4 veces más riesgo de sufrir un infarto, un accidente cerebrovascular o insuficiencia cardíaca. Esto se debe a que los niveles elevados de glucosa en sangre, mantenidos en el tiempo, provocan inflamación y daño en las arterias, favoreciendo la aterosclerosis y el daño del músculo cardíaco”, sostiene el doctor Sanabria.

Por este motivo, las enfermedades cardiovasculares representan una de las principales causas de muerte de las personas con diabetes. Esto lleva a que los tratamientos no sólo se enfoquen en regular la glucosa, sino también en controlar la presión arterial, el colesterol, el peso y otros factores que protegen las arterias y el corazón.

Nuevos fármacos

“La diabetes puede controlarse con éxito gracias a un enfoque integral que combina hábitos saludables con tratamientos médicos cada vez más avanzados. Además de los medicamentos tradicionales para bajar la glucemia, en los últimos años surgieron fármacos innovadores que no solo controlan el azúcar en sangre, sino que también reducen el riesgo de infarto, ACV, insuficiencia cardíaca y enfermedad renal. Muchos de ellos permiten bajar la glucosa de forma segura, sin provocar hipoglucemias, y algunos incluso favorecen la pérdida de peso, un aspecto fundamental en la diabetes tipo 2”, asegura el especialista.

A esto se suma que la tecnología transformó en el último tiempo el tratamiento de los pacientes que utilizan insulina: los sensores de glucosa y los infusores de insulina con algoritmos basados en inteligencia artificial les permiten lograr un control más preciso y una mejor calidad de vida. Además existen nuevas opciones para tratar la hipertensión y el colesterol, factores clave para reducir el riesgo cardiovascular. “Hoy, el objetivo no es solo controlar el azúcar, sino proteger el corazón, los riñones y mejorar la salud integral de cada persona que vive con diabetes”, sostiene el médico del ICBA Instituto Cardiovascular.

Estilo de vida

“Detectar la diabetes a tiempo puede marcar la diferencia entre vivir con o sin complicaciones. Muchas personas transitan durante años con niveles elevados de glucosa sin saberlo, lo que favorece el daño silencioso a órganos vitales como el corazón, los riñones, los ojos y los nervios”, advierte el doctor Sanabria.

Uno de los objetivos centrales del Día Mundial de la Diabetes, instaurado hace más de tres décadas, es lograr una mayor adhesión a los controles de rutina que terminan teniendo un impacto positivo en la calidad de vida cuando la patología es hallada en sus primeras etapas.

Detección temprana

En la práctica la detección temprana abre las puertas a un tratamiento mucho más efectivo. La evidencia científica marca que un manejo integral e intensivo desde el inicio puede reducir significativamente el riesgo de complicaciones a largo plazo. Con un simple análisis de sangre anual, es posible diagnosticar precozmente la enfermedad y actuar antes de que aparezcan consecuencias graves o irreversibles.

Estar en una situación de prediabetes no significa que la enfermedad sea inevitable, sino que el cuerpo está dando una señal de alerta. Es una instancia valiosa para tomar conciencia y empezar a hacer cambios que realmente tienen impacto: mejorar la alimentación, moverse más, reducir el consumo de azúcares y cuidar el descanso y el estrés. Lo más importante es saber que aún se está a tiempo de revertir el curso. Con pequeños cambios sostenidos, es posible recuperar el equilibrio y evitar complicaciones futuras”, concluye el jefe del Programa de Prevención Cardiovascular del ICBA Instituto Cardiovascular.

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