La Oficina de Prensa del Vaticano confirmó que la tumba, en la Basílica Santa María la Mayor fue realizada en mármol de la región italiana donde nacieron los abuelos del Sumo Pontífice.
Este sábado, el mundo despidió al papa Francisco en el funeral que tuvo lugar en la Plaza de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano. Tras el último adiós al cuerpo del primer Papa americano, sus restos ya descansan en la Basílica Santa María la Mayor, tal como lo pidió el Sumo Pontífice en su testamento.
En ese marco, la Oficina del Prensa de la Ciudad del Vaticano reveló un curioso detalle sobre la tumba en la que ya descansa Francisco I, que pensado para honrar a sus abuelos. De acuerdo con lo comunicado por la Santa Sede, la tumba del Papa Francisco fue construida utilizando mármol proveniente de Liguria, región del norte de Italia de donde eran originarios sus abuelos maternos.
Fue Rolandas Makrickas, coarcipreste de la Basílica de Santa María la Mayor, quien aseguró que se trató de un deseo explícito del Pontífice que su lugar de descanso eterno mantuviera un lazo con sus raíces familiares, según infirmó Vatican News.
Vincenzo Sívori, bisabuelo del Papa Francisco, emigró desde Liguria hacia la Argentina en el siglo XIX. Allí formó su familia y nacieron sus descendientes, entre ellos Regina Maria Sívori, madre del futuro jefe de la Iglesia Católica.
La tumba, ubicada en un lateral de la basílica romana, fue diseñada siguiendo los lineamientos que el propio Papa había definido: un estilo austero, con apenas una inscripción que dice “Franciscus” y una reproducción de su cruz pectoral. No se colocaron otros ornamentos, de acuerdo con su voluntad.