La Inspección General de Justicia (IGJ) determinó que Esmeralda Mitre es accionista de una sociedad que controla parte del multimedios La Nación y estableció que si así no fuera, deberían ya haberse presentado los supuestos dueños de ese paquete para demostrar que ella es ajena a la empresa.
Esmeralda Mitre se presentó ante la IGJ y describió que su padre, Bartolomé Luis Mitre, era titular de KMB S.A., accionista en un 20 por ciento del grupo La Nación y por lo tanto, ella resultaba heredera de una parte del multimedios.
Pero la empresa del diario y el canal de TV replicó que KMB era administrada por dos fideicomisos constituidos en los Estados Unidos, BLM I NEW YORK TRUST y BLM II NEY YORK TRUST, y que Esmeralda Mitre no tenía nada que ver con ellos.
La IGJ emplazó en diciembre pasado a la empresa La Nación para que aportara información sobre los titulares de los fideicomisos, que además no están inscriptos ante el organismo que depende del Ministerio de Justicia.
La empresa se limitó a informar que “Esmeralda Mitre no es lisa y llanamente accionista de la sociedad”, pero se excusó de brindar información sobre los dueños reales por una pérdida de documentación.
Ahora, la Inspección General de Justicia resolvió que “KMB S.A. no cumple de modo alguno las cuestiones tan simples como básicas a las que se la intimó, omitiendo totalmente aportar la información y documentación que se le solicita para aclarar la situación respecto de quién o quiénes resultan ser los actuales accionistas y de las circunstancias que rodearon la adquisición del paquete accionario”.
“La totalidad de las acciones que conforman el capital accionario de la sociedad KMB desde su constitución y hasta su fallecimiento siempre fue de propiedad de Bartolomé Luis Mitre y de su hermana María Elena del Rosario Mitre, siendo las sucesivas estructuras jurídicas utilizadas a lo largo de los años, meros instrumentos para disimular su condición de verdaderos propietarios”, concluyó el organismo encabezado por el abogado Ricardo Nissen.
“Ante la hipótesis de que realmente hubiera otra u otras personas ajenas a la familia Mitre que actualmente fueran los verdaderos titulares del capital accionario de la sociedad KMB, resultaría evidente que estos ya hubieran presentado los contratos de fideicomiso para su registración a los efectos de poder hacer valer sus derechos emergentes de su posición de accionistas”, añadió el informe.
La resolución de la IGJ deja abiertos dos escenarios: que Esmeralda Mitre sea efectivamente dueña de una parte de La Nación (tal como ella reclama) o que el dueño de ese paquete accionario sea otra persona, que permanece oculta y desconocida.
“Resulta palmaria la intención de KMB a lo largo de las presentes actuaciones de no revelar quién o quiénes son los verdaderos titulares del capital accionario, limitándose en negarle tal carácter al Sr. Bartolomé Luis Mitre y a sus herederos, pero sin aportar la más mínima información sobre la transferencia de sus acciones a los supuestos nuevos accionistas”, advirtió la IGJ.
“Resulta absolutamente inadmisible que la sociedad, sus administradores y síndicos oculten frente a la autoridad de control y respecto de terceros potencialmente interesados, quién o quiénes son los titulares o beneficiarios finales que se valen de las estructuras o vehículos jurídicos para operar en el mercado”, añade el reporte. (DIB)