Tras el dato de inflación de enero, que mostró una aceleración respecto de diciembre (+3,9%), el directorio del Banco Central decidió subir este jueves la tasa de referencia Leliq -por segunda vez en el año-, en 250 puntos básicos al 42,5% anual para el plazo de 28 días, desde el 40% actual. Para personas humanas, el nuevo piso se fija en 41,5% anual para las imposiciones a 30 días, lo que representa un rendimiento de 50,4% de tasa efectiva anual (TEA).
El nuevo nivel de la tasa de interés de política monetaria se adecúa con los Objetivos y Planes del BCRA expresados en enero de 2020 y que fue alterado por la irrupción de la pandemia. Superada la crisis sanitarias, el BCRA ratificó en los Objetivos y Planes 2022, la meta de establecer un sendero de tasa de interés de política de manera de propender hacia retornos reales positivos sobre las inversiones en moneda local, y de preservar la estabilidad monetaria y cambiaria.
En ese sentido, el Directorio del BCRA dispuso elevar en 250 puntos básicos la tasa de referencia de la política monetaria y crear la Nota de Liquidez (Notaliq) a 180 días a fin de ofrecer un instrumento de mediano plazo para absorber la liquidez.
Tasa de plazos fijos
En línea con la suba de la tasa de interés de política monetaria, a los efectos de propiciar su transmisión plena al retorno de las colocaciones a plazo en pesos, el Directorio del BCRA elevó los límites mínimos de las tasas de interés sobre los plazos fijos.
Para personas humanas, el nuevo piso se fija en 41,5% anual para las imposiciones a 30 días, lo que representa un rendimiento de 50,4% de tasa efectiva anual (TEA).
Para el resto de los depositantes del sistema financiero la tasa mínima garantizada se establece en 39,5%, lo que representa una Tasa Efectiva Anual de 47,5%.
Resto de tasas
El resto de las tasas reguladas por el BCRA no tendrán alteraciones, de tal manera que la tasa para la financiación de saldos impagos de tarjetas de crédito se mantiene en 49%. También se mantienen las tasas de las líneas de inversión productiva con una tasa de 30% y para capital de trabajo con una tasa de 41%.
El principio de acuerdo de Argentina con el Fondo Monetario Internacional anunciado por el ministro Martín Guzmán a fines de enero incluyó la definición de avanzar de forma gradual hacia un esquema de tasas de interés reales positivas. Es decir, que se ubiquen por encima de la suba de precios esperada, como parte de una apuesta más amplia para intentar reducir las presiones sobre el dólar y el costo de vida.
El jueves pasado, en la primera licitación de enero, el Ministerio de Economía dio un paso en esa dirección y convalidó el alza de entre 2 y 3 puntos porcentuales en los rendimientos que pidió el mercado ante la expectativa de que el Banco Central mueva sus tasas esta semana. (DIB)