Austria se convirtió hoy en el primer país de la Unión Europea (UE) en definir que la vacuna contra el coronavirus sea obligatoria, con multas para quienes no se vacunen. La medida llega ante un duro aumento de casos – el miércoles se registró la cifra récord de 30.000 contagios en 24 horas – para tratar de frenar la propagación de la enfermedad.
“La vacunación es la oportunidad para que nuestra sociedad logre una libertad sostenible y continua, sin que el virus nos limite”, dijo el jefe de Gobierno, Karl Nehammer.
La medida, que entrará en vigor el 4 de febrero, fue aprobada en el Parlamento austríaco por amplia mayoría, 137 votos a favor y 33 en contra.
El proyecto de ley fue anunciado en noviembre y tuvo el apoyo de los Verdes, el partido liberal y el socialdemócrata. Solo la extrema derecha se opuso, escudándose en la protección de las libertades individuales, uno de los argumentos de los grupos antivacunas.
Con la medida en vigencia, la negativa a vacunarse tendrá multas de 600 a 3.600 euros, pero serán anuladas si el infractor se inmuniza en un lapso de dos semanas.
Los controles sobre el cumplimiento de la inmunización comenzarán en marzo, mientras que los menores de 14 años no podrán ser sancionados.
En tanto, un sector de la sociedad resiste a esta medida desde hace semanas, con manifestaciones.
El líder del partido de ultra derecha Partido de la Libertad de Austria (FPO), Herbert Kickl, denunció que se trata de un “proyecto que abre la vía al totalitarismo”.
En cuanto a la campaña de vacunación en Austria, el 72% de los 8,9 millones de habitantes cuenta con el esquema completo de vacunación, cifra inferior a Francia o España. (DIB) ACR