Dengue: La Plata declaró el brote epidemiológico por aumento de casos y circulación de dos serotipos

En contexto de brote, la vigilancia epidemiológica tiene por objetivo monitorear la magnitud y la dinámica del mismo, los agentes etiológicos circulantes y la severidad de los casos.

El Municipio refuerza las tareas de fumigación y limpieza ante la situación de brote epidemiológico.

El equipo de Epidemiología de la Municipalidad de La Plata declaró el brote epidemiológico de dengue, debido a la circulación de los serotipos DEN 1 y DEN 2, y por la intensificación de la circulación viral, con aumento exponencial de casos notificados autóctonos e importados.

De acuerdo a un comunicado emitido este martes, en la capital bonaerense hay 103 casos positivos, 18 autóctonos y 63 importados, mientras que se están investigando el nexo epidemiológico de los 22 restantes. Una situación de gravedad similar atraviesa la Ciudad de Buenos Aires CABA y las provincias del Litoral y el Norte argentino.

En tanto, en una situación de brote o epidemia los casos sospechosos se consideran casos de dengue por criterio clínico epidemiológico. Es decir, no es necesario estudiarlos por laboratorio a todos, sino solo a un número limitado a fines de monitorear la duración temporal del brote, su expansión hacia otras áreas y la posible introducción de nuevos serotipos o de otros eventos relacionados con el síndrome febril agudo inespecífico (SFAI). Por el contrario, los estudios de laboratorio sí se realizan en todos los casos considerados graves y atípicos.

Cabe resaltar que en contexto de brote la vigilancia epidemiológica tiene por objetivo monitorear la magnitud y la dinámica del mismo, los agentes etiológicos circulantes y la severidad de los casos, con el objetivo de orientar las medidas de prevención y control y la adecuación del sistema de salud para la atención.

Asimismo, en aquellos establecimientos de salud que asistan casos provenientes de áreas en brote se deben diagramar estrategias específicas de sensibilización al personal y de prevención y promoción para la comunidad, así como la adaptación de los circuitos de atención a fin de facilitar la identificación de casos con mayor riesgo de enfermedad grave para su atención prioritaria.

Prevención y concientización

Con este escenario, la Municipalidad de La Plata lleva adelante un refuerzo de los operativos integrales de prevención, control y concientización en diversas zonas del partido.

Los trabajos incluyen el desmalezamiento y el corte de pasto en parques, plazas y ramblas, además de tareas de fumigación de espacios verdes y puntos neurálgicos de distintos barrios platenses a través de operativos coordinados que se llevan adelante de forma diaria.

Además, personal comunal entrega folletería informativa puerta a puerta y dialoga con los vecinos con el objetivo de que conozcan los pasos a seguir para evitar la reproducción del insecto en los domicilios.

Por otro lado, la gestión del intendente Julio Alak fabrica su propio repelente de mosquitos en el Laboratorio de Especialidades Medicinales y lo reparte de forma gratuita en los barrios, priorizando aquellas zonas con controles de foco por dengue y de alta vulnerabilidad social.

Responsabilidad ciudadana

La prevención del dengue demanda la responsabilidad ciudadana, individual, en los hogares, así como las estrategias comunitarias, llevadas adelante por el Estado, como las fumigaciones y limpieza en espacios públicos.

Una de las palabras que más se usa para hablar de la erradicación del dengue es el descacharrado. Esto significa eliminar cualquier tipo de recipiente que pueda contener o juntar agua y convertirse en un criaderos del mosquito Aedes aegypti. Así, floreros, baldes, platos de macetas, botellas, gomas de auto, pueden convertirse en reservorios de agua y depósito de larvas.

Es necesario cambiar todos los días o a lo sumo día por medio el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia y frotar las paredes de los recipientes con una esponja o cepillo para desprender huevos de que puedan estar adheridos.

Se recomienda también mantener patios y jardines limpios, ordenados y desmalezados, limpiar canaletas y desagües de lluvia de los techos y tapar los tanques.

Para prevenir la picadura del mosquito Aedes aegypti y también del Aedes albisfaciatus, presente en zonas rurales y urbanas, usar repelentes, colocar mosquiteros en puertas y ventanas, proteger cunas y cochecitos de bebés con tules y utilizar repelentes ambientales como tabletas y espirales.

Síntomas, vacuna y dengue grave

Los síntomas del dengue son la fiebre de 38º o más acompañada por uno o más de los siguientes: náuseas y/o vómitos, dolor de cabeza o detrás de los ojos, dolor muscular y en articulaciones, cansancio y aparición de manchas en la piel.

Ante un cuadro de esta naturaleza, es importante no ingerir aspirinas ni ibuprofeno y concurrir al centro de salud más cercano para recibir el tratamiento correspondiente.

En este momento existen vacunas contra el dengue pero no están incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación y se compran de forma particular. La vacuna es importante para proteger a las personas que han tenido dengue una vez, ya que un segundo contagio puede generar complicaciones y, en algunos casos, la muerte.

El virus se transmite a los seres humanos por la picadura de mosquitos hembra infectadas, principalmente de la especie Aedes aegypti.
Una vez que se ha vuelto infectante, el mosquito puede transmitir el agente patógeno durante toda su vida. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una primera infección de dengue es, casi en la mayoría de los casos, asintomática.
Los mosquitos pueden infectarse a partir de personas virémicas, infectadas con el virus del dengue. Puede tratarse de una persona con infección sintomática o que todavía no haya manifestado síntomas (presintomática), aunque también puede ser una persona sin signo alguno de la enfermedad (asintomática).

Las personas que se infectan por segunda vez corren más riesgo de que la enfermedad se agrave. Los síntomas del dengue grave suelen presentarse cuando desaparece la fiebre, y son los siguientes: dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, respiración acelerada, hemorragias en las encías o la nariz, cansancio, agitación, vómitos o heces con sangre, sed intensa, piel pálida y fría, debilidad general. (DIB) ACR

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