Analuz Pellitero: “Todo el tiempo tengo la motivación de que me estoy preparando para París 2024”

La nadadora pampeana tuvo en 2023 su mejor año deportivo y este 2024 se entrena para sus terceros Juegos Paralímpicos.

Analuz Pellitero, ganadora de seis medallas en los Juegos Parapanamericanos 2023. - Javier Vergara / Parapanamericanos 2023 vía Photosport -

Por Gastón M. Luppi, de la redacción de DIB

Tres medallas de oro, dos de plata y una de bronce fue la cosecha de Analuz Pellitero en los Juegos Parapanamericanos que en noviembre del año pasado se realizaron en Santiago de Chile. Poco antes la nadadora pampeana había ganado una medalla de bronce en el mundial de Manchester y cerró 2023 alzando un Olimpia de Plata. Cambio de año mediante, este 2024 es año de Juegos Paralímpicos, evento que “Anita” conoce bien porque ya estuvo en Río de Janeiro 2016 y en Tokio 2020.

“Fue mi mejor año a nivel deportivo”, le dice Pellitero a la agencia DIB sobre su 2023. “Tuvimos muchísimas competencias y en todas los resultados fueron muy buenos. Una medalla en un Mundial es superimportante. En los Parapanamericanos se dieron resultados lindos y muy significativos, tanto para mí como para el país. Y para el cierre, ser la abanderada… El premio Olimpia de Plata fue la frutilla del postre”.

Los logros 2023 ya forman parte del palmarés de Pellitero, de enorme trayectoria con apenas 26 años. Fiestas de por medio, llegó 2024, el año de los Juegos Paralímpicos. Claro que para París todavía faltan exactamente siete meses. “Me está pasando que en los entrenamientos todo el tiempo tengo presente que este es el año de los Juegos. Es el torneo al que se apunta, el más importante de todo el ciclo. Es inevitable no pensarlo y a la vez está bueno que sea así, porque todo el tiempo tengo la motivación de que me estoy preparando para París. No lo vivo como una presión, sino como una motivación, algo positivo”.

Pellitero nació con microftalmia bilateral de los dos ojos. Tiene muy poca visión, prácticamente nada. Compite en la categoría S11 y al igual que el resto de las nadadoras utiliza antiparras totalmente cubiertas para igualar condiciones. Después de cada competencia, siempre destaca el trabajo con su equipo. Y puntualmente, menciona a su entrenadora, al preparador físico y a su psicóloga.

Analuz Pellitero, en acción, estilo espalda, su favorito. – Javier Valdes / Parapanamericanos 2023 vía Photosport –

Este es el año de los Juegos, sí, pero faltan siete meses. “Con mi psicóloga hacemos un trabajo permanente, todas las semanas trabajamos para que el objetivo del Juego sea más que nada una motivación y no que genere ansiedad y cosas negativas a la hora de entrenar. Entonces, lo tomamos como algo positivo y como una motivación extra para encarar todo el año, que sin duda va a ser largo. Pero en el medio hay que meterle y no perder esa motivación”.

Quienes tuvieron la chance de participar en más de un juego, cuentan que el primero termina siendo clave por la experiencia que aporta. Y Pellitero ya estuvo en dos. Eso sí, cada juego es distinto. Y pareciera que aún más en este caso.

Río 2016, en Brasil y muy cerca de Argentina, nada tuvo que ver con Tokio 2020, en Japón y en plena pandemia. “En Río quizá era muy chica y lo disfruté desde otro lado, las sensaciones eran otras. Tokio fue muy atípico, por la pandemia y en el momento que fuimos a competir. A París llego de otra manera, con otras expectativas, con otros resultados. Y la experiencia previa es muy importante”. Y explica por qué: “Llegar con esta edad, con otra experiencia, es otra cosa. Además, estoy disfrutando desde la previa, que es también lo que me vengo planteando; eso es fundamental”.

Es que la previa de Tokio no dio mucho lugar para el disfrute. “Fue muy complicado lidiar todos los días con testearse y evitar el virus, no se terminaba disfrutando nunca. Y allá, todo el tiempo estabas pendiente de que podía darte positivo y tenías que irte de la Villa, o que te quedabas sin competir. Era estar pendiente de muchas cosas y se terminaba perdiendo que estabas ahí, que era un juego; no fue la vivencia de estar en un juego”.

Analuz Pellitero, una de las deportistas argentinas destacadas en 2023. – Marcelo Hernández / Parapanamericanos 2023 vía Photosport –

Encima, Pellitero venía de su experiencia en Río de Janeiro. “Río había estado colmado de gente, las tribunas eran una locura. Y después ir a Tokio y que no haya gente, fue muy atípico”.

Pero así y todo, a Tokio llegó bien, en forma. “La primera parte de la pandemia la pasé en La Pampa, y allá las piletas se abrieron antes que en Buenos Aires. Habré estado uno o dos meses sin ir a la pileta, pero nunca dejé de nadar porque en mi casa tengo una pileta de verano y nadada con un tensor”. Con tensor entrenaba crol y espalda. “La verdad, en la pandemia nos pudimos acomodar muy bien. Con mi entrenadora hacíamos los entrenamientos por videollamada: ponía el celular apuntando hacia la pileta, me enganchaba con el tensor y ella me decía los trabajos que tenía que hacer. Y la fuimos llevando, repensando e incorporando cosas todo el tiempo”.

En la escuela de General Pico

Pellitero se enganchó con la natación a los 8 años, con la escuela. Iba a las piletas de verano, pero fue a partir de una actividad escolar que descubrió la natación como deporte. “Lo hacía como algo recreativo, como para hacer un deporte. Me gustaba, pero nunca pensé que iba a terminar compitiendo, dedicándome a esto”.

Es que se fue dando: a partir de ese programa escolar, pasó a competir en torneos provinciales. Y luego, con los buenos resultados, llegó a los Juegos Evita. Compitió en un par de oportunidades y fue en los Evita que desde la Selección la invitaron a una concentración en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard), en Buenos Aires.

Analuz Pellitero recibe la indicación de que está por alcanzar el largo de la piscina. – Javier Valdes / Parapanamericanos 2023 vía Photosport –

“Era chica y no conocía mucho del ambiente paralímpico. Y cuando llegué al Cenard me di cuenta de que quería entrenar alto rendimiento”. Después de una segunda concentración, ratificó con un “es por acá” y comenzó a trabajar con un entrenador de alto rendimiento en La Pampa.

Natación, deporte inclusivo

Pellitero define a la natación como un deporte “inclusivo”. “En mi caso, no me limita nada, puedo entrenar sin ningún tipo de inconveniente y en el agua moverme como una persona convencional. En la pileta estoy tranquila y puedo disfrutar. Además, para muchas patologías recomiendan la natación. Es un deporte muy completo que, encima, no es de roce ni impacto”.

Según Pellitero, la natación adaptada vive un “crecimiento muy grande” en Argentina, “se está haciendo un trabajo muy importante, todos los años se van sumando chicos, jóvenes con mucho talento”. La disciplina va ganando en conocimiento gracias a charlas y capacitaciones. “Siempre aparece alguien que tiene un familiar con discapacidad pero no conoce del ambiente paralímpico y se va sumando”.

Y ese crecimiento Pellitero lo ve plasmado en los resultados. “De hecho, en Santiago la natación paralímpica fue el deporte que más medallas ganó para Argentina. Eso habla también del trabajo que vienen haciendo los técnicos nacionales”.

Analuz Pellitero, Juegos Parapanamericanos soñados. – Instagram: @anitapellitero –

En ese orden, corresponde recordarle que ella ganó media docena de medallas en Chile. Y admite: “Creo que puede llegar a representar una motivación y sirve para que se difunda el deporte paralímpico, en este caso la natación. Traer seis medallas es noticia y eso tal vez pueda generar que una nena o un nene quiera dedicarse a la natación, sueñe con estar en unos juegos panamericanos. La difusión es súper importante y siempre suma”. Y completa la idea: “Ojalá sirva para que más personas con discapacidad que tal vez no se animan a practicar un deporte, lo tomen, no sé si como un ejemplo, pero tal vez como una referencia para decir: ‘Yo también quiero nadar’, o hacer cualquier deporte; que sirva como reflejo”.

Las reglas del juego

Pellitero recibe ahora pedidos de entrevistas. De hecho, entre la charla con la agencia DIB y esta publicación de hoy, en el medio también dio notas con los diarios Clarín y La Nación. Pero su caso -y bien merecido- es una excepción. “Por lo general nos hacen las entrevistas cuando tenemos competencias y nos va bien, pero no durante los procesos de entrenamiento previos a esas competencias. Y se da una paradoja: cuando obtenés buenos resultados, que estás bien, tenés todo. Pero cuando los resultados no se dan, que es el momento en que peor estás, por decirlo de alguna manera, no tenés nada. Son las reglas del juego. Por eso cuando se dan los resultados, que son los momentos de mayor visibilidad, es el momento de aprovechar para contar la historia propia, no solo por uno, sino también por la gente que está del otro lado, que se puede llegar a interesar y a enganchar”.

De ahí que Pellitero siempre destaca el trabajo junto a su equipo, con entrenadora, preparador físico y psicóloga a la cabeza: “Son las personas que están siempre, en todo el proceso, y no en el momento de los resultados”

Persona con discapacidad

“Ana” Pellitero tiene 26 años y vive sola desde los 18. “Nunca he tenido ningún inconveniente”, le cuenta a la agencia DIB. “Tal vez influya mi personalidad: si bien soy tímida, a la hora de manejarme sola soy bastante mandada, si tengo que hacer algo, voy y lo hago”. Y opina: “Tal vez en general no se tenga mucho conocimiento de la discapacidad y se piensa que por tener cierta discapacidad alguien no se puede manejar como una persona independiente. Yo siempre digo que si tenés ganas y le ponés un poco de entusiasmo, lo podés hacer. Yo tengo esa teoría”.

A propósito, “las cosas hay que llamarlas por su nombre”, introduce Pellitero. “A veces en lugar de decir una ‘persona con discapacidad’, dicen ‘persona con capacidades diferentes’. No, es una persona con discapacidad, hay que aceptarlo como tal, es así, no tiene nada de malo”. Y pone como ejemplo concreto la discapacidad visual: “Hay quienes dicen ‘no vidente’. ¡No!, es ciego, es disminuido visual. Hay que llamarlo por su nombre, no tiene nada de malo”.

Y cierra: “Entre amigos, lo tenemos reasumido y hasta hacemos chistes entre nosotros, no es un tabú. Pero sí, hay gente a la que le choca, que no sabe cómo dirigirse. Pero es por falta de conocimiento, por no haber tenido la experiencia de compartir un momento, de charlar un rato. Es eso, la falta de conocimiento, el no haber tenido la experiencia”. (DIB) GML

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