Violencia de género digital: buscan penalizar la difusión de imágenes íntimas sin consentimiento

En el país ese tipo de extorsión no está penalizado como delito. Presentaron dos proyectos de ley para avanzar en ese sentido.

La difusión de imágenes y videos eróticos o sexuales sin consentimiento no está penalizada en la Argentina y, ante ese vacío legal, la diputada Mónica Macha, junto a la ministra de las Mujeres Elizabeth Gómez Alcorta y organizaciones feministas presentaron ayer una propuesta legislativa contra la violencia de género digital.

Los proyectos fueron acompañados por el espacio de víctimas de violencia digital “Ley Olimpia Argentina”, la activista mexicana que dio nombre a la ley, Olimpia Coral Melo; y la organización Género y TIC (GENTIC).

Se trata de dos iniciativas de reforma del Código Penal y de la ley Violencia de Género que buscan tipificar como delito la figura de la violencia digital. La iniciativa denominada ley Olimpia, en reconocimiento a la activista mexicana Olimpia Coral Melo, propone reformar la ley de Género. La otra, denominado Belén, fue inspirada el caso de Belén San Román, inducida al suicidio luego de sufrir difusión no consentida de material íntimo en Bragado. Este proyecto incorpora al Código Penal la figura de violencia digital y establece multas y penas desde los dos y hasta ocho años para los culpables del delito de visibilizar videos íntimos.

En rigor, el proyecto Ley Belén busca la incorporación al Código Penal Argentino de los delitos de obtención y difusión no consentida de material íntimo y/o de desnudez, de los “porn deep fake” (montaje digital en videos de pornografía) y de la sextorsión. Se detallan agravantes por casos de violencia de género y cuando se agrede por orientación sexual e identidad de género. La Ley Olimpia plantea incorporar la violencia digital como otra forma violencia contra las mujeres en el marco de la Ley 26.485, e impulsa la creación de medidas de protección para las sobrevivientes y políticas públicas de educación digital y de prevención.

“Hay una concepción machista de creer que se puede hacer con la imagen lo que se puede hacer con el cuerpo. Y situar este tipo de violencia en su virtualidad no la hace menos grave, porque termina generando un daño real, algo que puede significar distintas instancias de padecimiento en quienes atraviesan estas situaciones”, señaló Macha para dar inicio a un acto a sala llena.

A su turno, Gómez Alcorta resaltó que la violencia por motivos de género en entornos digitales es uno de los grandes temas de la época: “Para ciertas franjas etarias la vida en el entorno digital se desarrolla de un modo muy potente, por eso es imprescindible pensar la afectación de la violencia. Llegamos tarde porque el Estado, además de todo, es un estado adultocéntrico, entonces cuesta escuchar. Si en las bancas y en los Ministerios estuviese sentada gente de entre 20 y 30 años, este tema no sería una vacancia”.

Con los proyectos Ley Belén y Ley Olimpia Argentina, la diputada Macha pone el foco tanto en quien toma la decisión de publicar contenidos de desnudez o sexuales sin autorización, como en todos y todas las que difunden: “Hay ahí responsabilidades compartidas y lo que resulta es un avasallamiento de la subjetividad, el no poder salir de una situación que afecta la salud psíquica de las víctimas”.

En honor a la memoria de su hija, Marcelo San Román también estuvo en el Congreso. Es el papá de Belén, una agente del Comando de Patrullas Rurales de Bragado que en diciembre de 2020 se quitó la vida cansada del acoso, de la exposición y la vergüenza que le provocó la difusión sin su consentimiento de fotografías íntimas y de un video sexual en las redes sociales. Tenía 25 años y era mamá de dos chicos.

“Es muy difícil hablar desde el dolor y es todavía más fuerte que una ley lleve el nombre de mi hija. Lo que pido siempre es tener empatía. No pueden naturalizarse ciertas cosas. La viralización causa mucho daño. Mi hija no soportó ver expuesta su intimidad en toda una ciudad. Porque a su vez es cierto el refrán `Pueblo chico, infierno grande´. Allá te juzgan, te condenan. Y Belén no lo pudo soportar”.

Para la presentación de los proyectos viajó la activista mexicana Olimpia Coral Melo –uno de los proyectos lleva su nombre–. Ella sufrió la difusión no consentida de material íntimo cuando tenía 19 años, en Puebla y quiso estar presente para respaldar las iniciativas.

“Lo virtual es real, existe y daña. A mí me daba miedo todo. Hasta llamarme Olimpia, porque lo primero que aparecía en los buscadores era el video sexual del que fui víctima y que llegó a tener más de 15 mil reproducciones, incluso de otros países. Intenté suicidarme tres veces. Por eso digo que soy una sobreviviente de la violencia digital”.

“De nada sirve que se apruebe la Ley Olimpia en Argentina si no se entiende que cada vez que difunden una fotografía de nosotras o le dan likes al pack de fotos que pasaron unos amigos por WhatsApp están violando nuestros cuerpos. No necesitan tener nuestro cuerpo físico presente para violarnos, nos violan cuando difunden contenidos íntimos, sexuales de nosotras a través de internet. ¿Quieren ser aliados? Corten la cadena de acoso”, destacó la activista considerada por la revista Time como una de las 100 personalidades más influyentes de 2021 a partir de su lucha contra la violencia digital. (DIB)

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