Un puente para no mirar hacia abajo

Andorra ya tiene su propio puente colgante, que se convirtió en el segundo más largo del mundo. Se trata del Pont Tibetà de Canillo o Puente Tibetano de Canillo, uno de los nuevos atractivos más impactantes de los Pirineos.

El Pont Tibetà cuenta con 603 metros de longitud, pocos por detrás del puente colgante de la República Checa, con 712 metros. Esta nueva infraestructura tiene una elevación máxima de 158 metros sobre la Vall del Riu.

El puente, situado a 1875 metros de altura, mide un metro de ancho y esto permite el paso de la gente en ambos sentidos de la marcha, dado que la ruta está diseñada para ir y volver por el mismo recorrido. Solo estará abierto de junio a noviembre.

El precio de la entrada normal es de 12 euros (gratuita para menores de 6 años) y se añade el acceso al mirador del Roc del Quer, que se encuentra muy cerca del puente y que también es de pago, con un precio de 5 euros. El abono combinado para ambas instalaciones cuesta 14,50 euros e incluye el traslado en bus, que saldrá del centro del pueblo, al lado del Palau de Gel.

El de Canillo es el segundo puente más largo, tan solo superado por el Sky Bridge 721 de la República Checa, de 721 metros de longitud y 95 metros de altura. Tras el puente andorrano se sitúa en tercera posición el Gandaki Golden Footbridge del Nepal. Se trata de una pasarela de 561 metros sobre el río Gandaki. La altura de la misma es de 122 metros desde el nivel del río. (DIB)

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