Rusia busca vender el gas en rublos para contrarrestar las sanciones económicas

El mandatario ordenó al Banco Central y al Gobierno que pongan en marcha "en el plazo de una semana" el nuevo sistema, de forma transparente.

El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció que a partir de ahora su país exigirá el pago en rublos -la divisa nacional- del gas que vende a las naciones que considera hostiles, incluyendo las de la Unión Europea (UE), y dio a las autoridades una semana para aplicar el nuevo sistema, que busca contrarrestar las sanciones económicas aplicadas por la invasión a Ucrania.

“He tomado la decisión de aplicar un conjunto de medidas para pasar al pago en rublos de nuestro gas suministrado a países hostiles”, dijo el mandatario ruso en una reunión de Gobierno, donde explicó que se trata de una reacción a la congelación de activos rusos por parte de países occidentales.

De este modo, Putin ordenó al Banco Central y al Gobierno que pongan en marcha “en el plazo de una semana” el nuevo sistema, que debe ser “claro, transparente” e implica “la adquisición de rublos en el mercado de divisas ruso”.

“Le pido al Gobierno que dé la directiva apropiada a Gazprom (la empresa gasífera controlada actualmente por el Estado ruso) sobre la modificación de los contratos existentes”, manifestó.

Indicó que todos los consumidores extranjeros podrán realizar las transacciones necesarias para lo que podrán comprar rublos rusos en el mercado de divisas nacional.

El anuncio generó una reacción inmediata en la moneda rusa, que se fortaleció frente al euro y el dólar, luego de un desplome sufrido desde el 24 de febrero, fecha en la que el Ejército ruso inició la invasión a Ucrania.

Sin embargo, la decisión fue rechazada por Alemania, que consideró a la medida como una “ruptura de contrato”.

Esa exigencia “constituye una ruptura de contrato”, declaró el ministro alemán de Economía, Robert Habeck, en una conferencia de prensa en Berlín.

“Ahora vamos a discutir con nuestros socios europeos para decidir cómo responder a esa demanda”, agregó.

Alemania, cuyas importaciones de gas provienen en un 55% de Rusia, está tratando de reducir rápidamente su dependencia mediante la contratación de otros proveedores.

Como parte de un paquete inédito de sanciones al Kremlin, varias potencias occidentales congelaron unos 300.000 millones de dólares de reservas rusas en el extranjero, lo que fue calificado como un “robo”, por el canciller ruso, Serguei Lavrov.

La decisión del mandatario se produce un día después de que la Comisión Europea (CE) anunciara que finalizó una propuesta de legislación que permitiría compras colectivas de gas, en busca de garantizar abastecimiento a precios razonables y contribuir a reducir sus importaciones desde Rusia.

Pese a la invasión de Ucrania y de las sanciones occidentales, el gas ruso sigue fluyendo hacia el bloque europeo, que se niega a imponerle un embargo, como hicieron Estados Unidos y el Reino Unido. (DIB)

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