Dos destinos para vivir el reino animal

Hacer un safari es una opción para aquellos que visitan países como Kenia o Zambia. Cómo es la vida entre leones, elefantes y jirafas que no están enrejados.

Muy lejos de la comodidad del living donde uno ve el comportamiento de los animales en un documental, la adrenalina de estar cerca de leones, elefantes, búfalos, gorilas, hipopótamos y jirafas es única. Y más allá que la mano del hombre hizo que mucho de los parajes naturales que antes se podían visitar en estado salvaje hayan desaparecido, aún quedan opciones que deben tenerse en cuenta. Si uno piensa en disfrutar de un safari, África es el continente. Y dentro de este territorio, destinos como Kenia y Zambia están al frente de los más elegidos por los viajeros.

KENIA

Considerada la joya de la corona de los parques nacionales de Kenia, la reserva Masai Mara es el lugar idóneo para divisar al llamado Big Five (los Cinco Grandes mamíferos de la sabana): león, leopardo, elefante, rinoceronte y búfalo.

Este típico paisaje africano, con sus colinas tapizadas por praderas, evocan películas como Memorias de África. Las serpenteantes y oscuras aguas del río Mara atraviesan la reserva de 1510 km2 de norte a sur para proseguir su camino hacia el oeste hasta el lago Victoria, ya en tierras tanzanas. Los animales son completamente libres e ignoran por completo las fronteras dibujadas sobre papel, ya sean las políticas como las propias del área protegida, por lo que no es nada extraño encontrar cebras, monos y gacelas cerca de la ruta, 50 kilómetros antes de llegar al parque.

Uno de los atractivos del Mara es sin duda alguna la espectacular migración de más de un millón de ñus (de la familia de los antílopes) y 200 mil cebras que, cada año, durante los meses de julio y agosto (los mejores para hacer un tour), se desplazan en busca de buenos pastos. Pero también leones, leopardos, elefantes, búfalos y cebras suelen abundar. Lo más complicado de ver son los rinocerontes, ya que únicamente hay una veintena de ejemplares en toda la reserva.

Los safaris organizados en vehículos suelen efectuarse en minibuses o furgonetas de entre seis y ocho plazas con el techo semi-descubierto. Si el dinero no es problema se pueden realizar románticos safaris en camello, en globo, en avioneta, en moto o alquilar un vehículo.

ZAMBIA

Conocida como la “auténtica África”, Zambia no está preparada para el turismo independiente y viajar por el país es todo un reto. Sin contar con las ciudades más animadas o grandes atracciones culturales del continente, el país tiene todas las características de África y ofrece experiencias con safaris de lujo sin atraer a las grandes masas de turistas.

Lo que realmente vale la pena de Zambia son sus sensacionales paisajes, formados por hermosos bosques de miombo, planicies de aluvión, ríos serpenteantes, infinidad de cascadas y vastos parajes naturales, y su concentración y variedad de fauna.

En lo que respecta a los safaris, suelen ser más viene “exclusivos”, con poca presencia de turistas, incluso en el parque nacional Lower Zambeze, el más concurrido, o en el South Luangwa. Aquí, uno puede disfrutar casi en solitario de los encuentros con ñus, cebras, leones, leopardos y jirafas, y de los motivos fotográficos para el regreso a casa.  En cambio, muchas veces la búsqueda de animales tarda más. Para los guías, lograr encuentros con los “big five” -el elefante, el rinoceronte, el búfalo, el león y el leopardo- es todo un desafío.

Kasanka, en tanto, es uno de los parques nacionales más pequeños de Zambia, pero, el que esconde una de las mayores sorpresas. Su variedad de entornos alberga numerosas especies de animales, lo que le convierte en un privilegiado santuario natural cuyos habitantes salvajes se han salvado de la caza ilegal que amenazaba a este espacio protegido con desaparecer hace una década. (DIB) FD

*Nota publicada enb el suplemento De Viaje

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