Uruguay, siempre presente para el argentino

Miles de argentinos eligen el vecino país cada verano. Desde Punta del Este hasta la rica historia de Colonia. Precios y opciones.

Como cada verano, Uruguay se prepara para vivir una temporada a pleno, aunque este verano otra vez la pandemia hace de las suyas y si bien muchos argentinos viajaron, no es como épocas pasadas.

Con una superficie de tan sólo unos 176 mil kilómetros cuadrados y casi 3,5 millones de habitantes (principalmente descendientes de italianos, españoles y franceses), el verano se respira en cada rincón. Natural y transparente, siempre se destaca como una de las naciones con mejor calidad de vida, por lo que muchos se animan a llamarla “la Suiza de América”.

PUNTA DEL ESTE

Si la idea es pasar unos días en un destino “cool”, el clásico es Punta del Este, que “explota” cada verano. Esta península se posiciona como una de las playas más top del mundo, al estar rodeada de mansiones millonarias sobre la costa. Las clásicas son la Mansa y La Brava, más elegida por surfer, pero también se destacan la top Bikini, la bohemia José Ignacio y La Barra, un antiguo puerto de pescadores.

Los paseos en la zona más céntrica de la ciudad son ilimitados: las galerías, tiendas y gastronomía de la encantadora Avenida Gorlero; el puerto con sus yates deportivos; el faro en el barrio antiguo; sol y baños en las diferentes playas; excursiones a la Isla Gorriti y la Isla de Lobos; vistas imperdibles en el punto exacto donde el Río de la Plata se abraza con el Océano Atlántico.

PIRIÁPOLIS

Cerca de Punta está Piriápolis, bella, tranquila y con ansias de superación. Se trata del primer balneario de Uruguay, construido durante la belle epoque, y que deja aún ver vestigios de un auge económico nunca visto hasta entonces, y que tiene al Gran Hotel Argentino como el punto máximo alcanzado.

Si bien el corazón de la ciudad late en la Rambla de Los Argentinos, recorrer sus extensas playas, subir al Cerro del Toro, conocer el Castillo de Piria, el Parque Pan de Azúcar o el Castillo Pittamiglio son solo algunas de las opciones que el viajero que llega hasta allí con el calor del verano puede disfrutar. Hoy, a más de 120 años de esos primeros cimientos, este paraíso ofrece una gran cantidad de hoteles y posee una activa vida nocturna.

Entre los balnearios que se destacan y reciben miles de turistas cada verano, están Playa Hermosa, a la altura de la Parada 14 de la ruta que bordea el mar, Playa Verde y Playa Grande. Con un conjunto rocoso sobre la fina arena, se trata de otro buen sitio para practicar la pesca.

COLONIA DEL SACRAMENTO

Para aquellos que buscan un viaje más corto desde Argentina, la mejor opción es Colonia del Sacramento. Más silenciosa y lejos del glamour, es un pueblo de pocas calles, playas sobre el río, buena gastronomía y vida nocturna, ideal para una escapada romántica o en familia y conocer el barrio histórico declarado Patrimonio de la Humanidad en 1995.

Fundada a principios de 1680 por los portugueses, grandes árboles sombrean su cuadrícula urbana y el aire salino del Atlántico penetra hasta el interior de su entramado peatonal, situado justo a occidente de la terminal de ferris, en un morro natural. La ciudad es una expresión de la fusión de culturas y estilos: portugués, español, holandeses, franceses, suizos e italianos dejaron en sus sellos. En sus calles se mezclan construcciones de diferentes estilos arquitectónicos.

La Plaza de 1811, frente al Portón de Campo en la muralla, marca el ingreso al casco histórico. Una visita obligada es el Faro. Al ser una ciudad disputada entre coronas europeas, Colonia fue durante años escenario de batallas navales. Otra es descubrir sus pulperías, almacenes de ramos generales, bares y cafés con mesas bajo las copas de árboles añosos. También vale la pena descubrir el “Museo del Período Histórico Portugués”, el “Museo Casa Nacarello” o el “Museo Indígena Roberto Banchero”.  Sin embargo, el que no puede faltar en nuestra visita es el Museo del Azulejo, ubicado en un pintoresco rancho portugués de más de 300 años de vida.

MONTEVIDEO

Montevideo tiene atractivos para todos los gustos y estados de ánimo. El turista debe hacerse de un tiempo para recorrer la bohemia Ciudad Vieja para retrotraerse al siglo XIX, con sus bares intactos de hace más de cien años, sus edificios antiguos y las callecitas adoquinadas; disfrutar de las playas que dan al río de La Plata para aislarse por un momento de la urbe; los domingos acompañar a paso lento cualquier cuerda de candombe que se escucha de repente por alguna esquina del barrio Palermo; y pasear por el glamoroso barrio de Pocitos o el moderno Punta Carretas que cuenta con aristocráticas residencias, el Shopping Punta Carretas, restaurantes de autor, tiendas de diseño y confiterías para tomar el té.

Ideal para caminar, dar una vuelta en bote por el lago artificial o tomar unos mates, el Parque Rodó es el más céntrico de la ciudad y tiene la particularidad de que termina en la rambla, frente a la playa. También se destaca el tradicional Mercado del Puerto, para comer o comprar algún recuerdo.

TU GUÍA uruguaya

Cómo llegar

Un vuelo desde Buenos aires a Montevideo por Aerolíneas argentinas ronda los $28.000 en temporada. El pasaje del ferry a la capital uruguaya más el micro a Punta del Este (demora unas seis horas), cuesta unos $37.000.

Cuánto cuesta

Una vivienda estándar para cuatro personas en Montevideo promedia unos US$ 60 la noche. Todo depende de la zona. Un departamento en La Brava, cerca del mar con dos habitaciones, parte desde US$ 2.500 la quincena. (DIB) FD

*Nota publicada en el suplemento De Viaje

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí