Con un bajo perfil inusual, el ministro de Seguridad, Sergio Berni, se enfoca por estas horas en restablecer la salud de la cadena de mando en la policía bonaerense, tras los tres días de fuertes protestas que terminaron hoy con un anuncio de aumento que las desactivó.
Como había informado DIB, Berni está confirmado en su cargo pese a los cuestionamientos que recibió por la falta de anticipación de la protesta y ahora está abocado como cuestión principal a asegurar el correcto funcionamiento de la cadena de mando en la policía.
El ministro apeló a un perfil bajo inusual para desarrollar esa tarea, alejado ayer y hoy de su base de operaciones de Puente 12, en La Matanza, y con mucha más presencia en la sede del ministerio, de La Plata.
De hecho, hoy fue caminando entre esa sede y la gobernación antes y después del anuncio, de dónde salió con una foto que funcionó con como una confirmación adicional de su continuidad, en la que aparece en un efusivo saludo con Kicillof.
Sin embargo, fuentes del gobierno confiaron a DIB que “toda la actuación del ministerio” está en revisión. La mirada está puesta en la falta de previsión para prevenir la protesta y en hasta qué punto se la subestimó, cuando había señales claras del malestar policial.
Esa revisión también es extensiva a la cúpula de la policía, comenzando por el jefe uniformado de la policía, Daniel García.
En tanto, el gobierno confirmó que no impulsará sanciones masivas ni sumarios de Asuntos Internos contra los uniformados que participaron de las protestas, lo que formó parte del acuerdo para ponerles fin.
Pero al mismo tiempo, fuentes del Ejecutivo dijeron a DIB que puede haber sanciones dispuestas por algunos jefes contra algunas conductas puntuales de subordinados. También, seguirán su curso las denuncias presentadas por algunos jefes en la justicia ordinaria, por caso por la utilización fuera del reglamento de móviles. Y las eventuales actuaciones de oficio de fiscales, de las que aún el gobierno no tiene notificaciones pero podrían existir. (DIB) AL