“Al plantear el uso del barbijo pensamos en la sociedad y hacemos un esfuerzo altruista”

El biólogo Federico Prada explicó por qué es importante usar mascarillas en espacios públicos como medida adicional para evitar el contagio de coronavirus.

La pandemia del coronavirus ha trastocado el pulso del mundo y la dinámica de la sociedad. Todos hemos incorporado hábitos de higiene y medidas para evitar el contacto con el virus que jamás pensamos que íbamos a tomar. Y en esa línea, sin duda, se puede decir que en Argentina, esta semana podría bautizarse como “la semana del barbijo”.

Que si sirve, que si no sirve, que dónde se usa, que si son mascarillas o tapa bocas. Lo cierto es que este elemento de protección del rostro, puntualmente de boca y nariz, ha copado los medios de comunicación y las redes sociales, con miles de posteos a favor y en contra de su uso y hasta con tutoriales sobre cómo fabricarlos en forma casera.

Pero el criterio del debate del uso del barbijo debe ser preciso. Hay que aclarar que se está hablando del uso de estas mascarillas de tela en el ámbito público y no en los centros de salud, donde existen otros protocolos, y hay que centrar la discusión en por qué puede ser un elemento que se sume a las medidas básicas de prevención y corte de contagio del virus, como el lavado de manos, la higiene de objetos que hayan sido apoyados en superficies de lugares públicos y el aislamiento social.  

La Organización Mundial de la Salud (OMS) puso un solo reparo en el uso masivo de mascarillas: lo que señaló el organismo mundial en los últimos días es que se puede generar un “efecto de falsa seguridad” en las personas. Este efecto supone que quien se ponga un barbijo puede llegar a creer que ya está aislado del virus y pierda de vista la importancia del lavado de manos frecuente.

Federico Prada es Licenciado en Ciencias Biológicas, con Diploma de Honor de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, y actualmente dirige las Licenciaturas en Bioinformática y Biotecnología que dicta la UADE. En diálogo con DIB expresó, siguiendo el planteo de la OMS, “que el Gobierno y el Ministerio de Salud hicieron hincapié en que esta es una medida voluntaria adicional, entonces ahí se está reafirmando que es algo extra y que no suplanta a ninguna de las otras acciones preventivas”.

Prada confió que desde su perspectiva como biólogo y de acuerdo a las publicaciones de organismos internacionales como el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por su sigla en inglés), apoya el uso del barbijo en espacios públicos, e hizo hincapié en cómo esta medida traslada la atención del cuidado personal hacia la consideración del cuidado colectivo.

“Lo interesante del barbijo es que se cambió el foco: lo que veníamos haciendo hasta ahora estaba centralizado en el individuo, en ver de qué manera minimizábamos el contagio propio”, expresó, y añadió que “ahora, al plantear el uso del barbijo en áreas públicas, no estamos hablando de hospitales ni áreas de cuidados intensivos, pensamos en la sociedad y hacemos un esfuerzo altruista”.  

En tanto, sobre la forma de contagio del virus, la necesidad del lavado de manos y la protección que agrega la mascarilla de tela, fue más que claro. “Si por ejemplo en el supermercado alguien que está infectado y no presenta síntomas va hablando por teléfono y despide estas microgotas de saliva que despedimos continuamente al hablar sobre un producto y otra persona lo agarra, si no se lava las manos puede llegar a ser contagiada, claro que si se lava las manos se terminó el problema, pero nadie puede cumplir las recomendaciones al 100%, además ninguna es infalible, por eso entre todas las medidas se va aumentando la posibilidad de evitar el contagio”, detalló el biólogo.

La mascarilla casera tiene que tener tres capas de tela de algodón, debe ser cómoda y debe poder lavarse con frecuencia.

Qué tiene que tener un barbijo casero

Sobre la confección de barbijos o mascarillas de tela caseras ya hay tutoriales de todo tipo. Con conocimiento, Prada dio sus recomendaciones. “Tiene que ser de tela de algodón, de dos o tres capas, tiene que ser cómodo, he visto algunos hechos con tela de un jean viejo y la verdad eso no se aguanta mucho rato,  no tiene que tener plástico en el medio, ya que tiene que ser respirable y las dos o tres capas de la tela ya logran frenar las microgotas que salen de la boca de las personas, y tiene que poder lavarse con frecuencia, por lo que tampoco se recomienda ponerle una servilleta de papel en el medio”, concluyó. (DIB) AR

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