El exmarido de Julieta Prandi, acusado por la modelo de abuso sexual y violencia de género, será juzgado por el Tribunal en lo Criminal N° 2 de Campana en un juicio por jurados. Claudio Contardi llegará al debate acusado por abuso sexual con acceso carnal y por causar un grave daño en la salud mental de la víctima.
De acuerdo con el sorteo, que se realizó hace diez días, se determinó que el Tribunal en lo Criminal N° 2 lleve adelante el juicio, luego de que la Casación rechazara una apelación de Contardi. El Tribunal estará integrado por los jueces Daniel Rópolo, Federico Matinengo y un magistrado que la Cámara designe eventualmente, indicaron fuentes citadas por el portal Infobae.
El reconocido perito psiquiatra Rafael Herrera Milano, quien asistió a Prandi como paciente, constató los daños psicológicos en la denunciante como consecuencia del padecimiento que habría atravesado durante la relación. En el documento que consta en la causa, el médico indicó que durante las sesiones Prandi relató “episodios compatibles con agresiones físicas, psíquicas y sexuales ejercidas por su exmarido. Los cuales han provocado en ella deseos intensos y reiterados “de no querer despertarse más”. Prandi presentaba “acentuados síntomas de angustia, ansiedad y labilidad emocional”, y destacaba “sentir culpa por no haber podido “proteger a sus hijos del padecimiento que les generó su padre biológico”.
Prandi, según el perito, hizo hincapié en recuerdos de tipo traumáticos, “que no puede sacar de su cabeza y le reaparecen de manera incontrolable”, de violencia física, psíquica y sexual padecida en numerosas oportunidades a expensas de “ser manipulada y forzada por su ex marido”. “Siento vergüenza por no haber podido irme antes de ese infierno”, aseguró. En ese momento, “la lentitud” de la Justicia, “la desgastaba y desesperaba”.
“Sin un peso, decidí rearmar mi vida”
De acuerdo con el portal Infobae, Prandi relató los hechos en aquellas entrevistas con el psiquiatra: “El 14 de febrero del 2019 tomé fuerzas y me fui de mi casa, sin un peso y decidí rearmar mi vida, buscando un nuevo techo donde poder proteger a mis hijos y a mí misma”. Y continúa: “Me decía que sin él no era nada, que nadie me iba a querer porque era fea”. “Le di hasta un poder para que administre y cobre mis sueldos…, me engañó y se quedó su hijo con mi departamento… no me dejaba ni manejar… controlaba todos mis movimientos. Me costó un montón tomar el coraje para poder separarme”. (DIB) GML