Bahía Blanca nació, como muchas localidades bonaerenses, como un fuerte. En 1827 se decidió por una ley la creación en la zona de la Fortaleza Protectora Argentina, a cargo del coronel Ramón Bernabé Estomba. Los cimientos del fuerte se pusieron el 11 de abril de 1828 en un lugar conocido como “bahía blanca” por sus salinas. Estomba quiso llamar al pueblo trazado alrededor de la fortaleza “Nueva Buenos Aires”, pero el nombre popular prevaleció. Casi dos siglos después, Bahía Blanca es una populosa ciudad, una de las más grandes de la provincia, la principal de la región del sudoeste bonaerense y la novena más poblada del país.
La fortaleza creada en 1828 tenía forma de estrella, con sus puntas orientadas hacia los cuatro puntos cardinales. Sus vestigios desaparecieron tras la Conquista del Desierto. Hasta ese momento resistió numerosos malones organizados en su mayoría por Calfucurá (1852, 1854, 1855 y 1859).
La administración militar fue reemplazada, en 1834, por un juez de Paz, una Comisión Municipal y, finalmente, en 1886, por un intendente electo. EI primero de ellos fue Teófilo Bordeu.
En 1895 el pueblo obtuvo la categoría de ciudad. Ahora, también es la cabeza de una diócesis y de un departamento judicial.
Pasó de largo
En tanto, el primer tren había llegado a Bahía Blanca en medio de un hecho al menos curioso. El 25 de abril de 1884 un grupo cercano a las mil personas se habían reunido en la nueva estación para darle la bienvenida al convoy, pero éste siguió de largo hasta el puerto. La actitud de los maquinistas provocó un serio malestar entre los bahienses y hasta el gobernador Dardo Rocha tuvo que redactar una nota de disculpas.
EI ramal pertenecía al Ferrocarril del Sud y llegaba desde Buenos Aires pasando por Coronel Pringles. En pocos años hubo más ferrocarriles, lo que dio nuevo impulso al puerto, ubicado a unos siete kilómetros del centro y bautizado como Ingeniero White.
Justamente gracias a este puerto, Bahía Blanca afrontó la crisis de 1890 con crecimiento. Entonces tenía 15.000 habitantes.
El patrimonio
Pasado este momento, tras ser declarada ciudad, Bahía Blanca comenzó a embellecerse.
Esto se puede ver alrededor de la céntrica Plaza Rivadavia. La catedral Nuestra Señora de la Merced fue construida entre 1895 y 1900, e inaugurada aun con el edificio sin revocar y campanarios truncados, que se terminaron años después. En su interior están los restos del coronel Estomba y cada 24 de septiembre convoca una importante peregrinación.
Ahí cerca está el Palacio Municipal, erigido entre 1904 y 1909. Tiene una torre de 42 metros que forma un eje con las escalinatas del frente.
En la plaza están la Fuente de los Ingleses, el monumento a la comunidad israelita (ambos de 1928) y el monumento a Bernardino Rivadavia (1946).
EI centro también alberga el sector comercial donde se destacan varias galerías y el edificio que fue sede del diario La Nueva Provincia hasta 2001, coronado por una imagen de Minerva, la diosa de la sabiduría
En tanto, el Teatro Municipal fue inaugurado en 1913 con una representación de la ópera Aída, de Giuseppe Verdi.
Centro urbano de referencia
Actualmente, según datos de Wikipedia, la ciudad se consolidó como uno de los más importantes centros comerciales, culturales, educativos y deportivos del interior del país. Además, cuenta con importantes museos y bibliotecas y su infraestructura turística incluye circuitos arquitectónicos, paseos y parques. Constituye un nudo de transportes y comunicaciones entre los flujos económicos del suroeste de la provincia de Buenos Aires y del valle del Río Negro. Además, gracias a su infraestructura terrestre, marítima y las cercanías al puerto comercial de aguas profundas ubicado en la vecina localidad de Ingeniero White, establece relaciones a nivel regional, nacional e internacional.
Bahía Blanca es una ciudad que ha vivido de todo, y de hecho aún se está recuperando del tornado que la azotó en diciembre de 2023. Pero siempre brillará en el sudoeste bonaerense. (DIB) MM