Los robos de cables y transformadores generan pérdidas millonarias en Pergamino

La Cooperativa Eléctrica dice que sufrió 75 hechos ilícitos en el primer mes del año. En lo que va de 2024 ya hubo siete detenidos, uno de los cuales resultó herido por una descarga.

Por Gastón M. Luppi, de la redacción de DIB

Alberdi al 1300, 20 metros de cables; Florencio Sánchez y 3 de Febrero, otros 20 metros; Del Paraná entre Balboa y Lavalle, 30 metros más. La lista es larga e incluye por ejemplo 100 metros de cables en Boulevard Paraguay entre Paso y Chiclana y 80 metros en Monteagudo y Liniers.

Sumados todos los casilleros, en enero de 2024 la Cooperativa Eléctrica de Pergamino (CELP) registró el robo de unos 2.600 metros de cable de su red, en unos 75 hechos ilícitos. Pero no solo los cables son blanco de los ladrones, sino también transformadores y medidores.

Este viernes declaraba en fiscalía un aprehendido por robo de cables. El hombre en cuestión es hermano de una persona que esta misma semana resultó herida en momentos en que, supuestamente, también robaba cables.

“Esta práctica del robo de cables, transformadores y otros elementos que hacen a la distribución eléctrica, como por ejemplo medidores, viene de manera sistemática desde hace más de un año”, le explica Lucio Tezón, presidente del Consejo de Administración de la CELP, a la agencia DIB. “Creemos que es fruto de la crisis económica y del valor que tiene en el mercado el metal que compone estos elementos”, opina Tezón.

Mapa del robo de cables en Pergamino durante enero. – Cooperativa Eléctrica de Pergamino –

Según los registros de la Cooperativa, los robos de 2023 generaron un perjuicio económico de unos 200 millones de pesos (US$ 223.200, dólar oficial) . “Para la economía de una cooperativa del interior es un monto más que importante, sobre todo teniendo en cuenta la situación en la que están prácticamente todas las distribuidoras, y más aún las del interior bonaerense”.

En el medio, una discusión abierta sobre la actualización tarifaria de toda la cadena de energía, que tiene a los distribuidores como último eslabón, y con una desactualización de las tarifas que podría alcanzar el 200% para estos últimos. “Esto hace que el esfuerzo financiero para reponer cables y transformadores represente verdaderos malabares”, grafica Tezón.

Con sierras o cuchillos

Desde la Cooperativa, entienden que se trata de dos tipos de robos. Por un lado, los ladrones de cables, “gente que quizá con una pequeña sierra o un cuchillo roba un tramo de cable para luego quemarlo y vender el metal”. Y por otro, quienes sustraen transformadores. “En realidad, no es que se los roban, sino que los tumban desde una altura considerable: previamente los desactivan, después los tumban y una vez en el suelo, los desarman. Todo eso implica el uso de herramientas, logística, complejidad, en la que generalmente está involucrada la utilización de vehículos”.

Los transformadores son de distintas potencias. Algunos pueden tener el tamaño de un balde de pintura de 20 litros -por ejemplo en zonas rurales, para uso domiciliario-, pero otros son “realmente inamovibles”. Eso sí, todos tienen cobre en su interior.

Lucio Tezón, presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa Eléctrica de Pergamino. – Diario Núcleo –

“Lo más sorprendente es que muchas veces los robos son a plena luz del día”, explica Tezón. “Por eso estamos instando a la población a colaborar fuertemente cuando vean alguna situación anómala, gente subida a las redes, actuando sobre las redes sin ningún tipo de identificación”.

Pero la Cooperativa también ha sufrido un intento de robo en una estación transformadora en la zona este de la ciudad. “Era un lugar donde se manejaba muy alta potencia y quizá el ladrón advirtió riesgo de muerte”, supone Tezón sobre el frustrado robo.

Fiscalía Número 2

En Pergamino, por resolución de la Fiscalía General, todas las denuncias por robo de cables son centralizadas en la Fiscalía Número 2, a cargo de Francisco Furnari. “Logramos cambiar la jurisprudencia local”, le cuenta Furnari a la agencia DIB. “Antes el robo de cables era entendido como un robo simple, pero nosotros logramos que los jueces de garantías de nuestro Departamento Judicial nos acompañaran con la calificación de robo agravado por escalamiento. O sea, por robo de cables hoy tenemos detenidas personas con prisión preventiva en unidad penal, cuando antes se los acusaba de robos simples y a veces ni siquiera eran indagados”.

A propósito de los robos de cables, Furnari describe: “Si uno viera las sierras que secuestramos, es gente que pone en riesgo su vida todo el tiempo”. En cambio, sobre los robos en transformadores, cuenta: “Me reuní con los técnicos de la Cooperativa Eléctrica y con los de Transba, que trae la energía desde San Nicolás. Ellos me explicaban las medidas de seguridad extrema que toman para colocar los transformadores. Pero cuando los roban, son gente que los desarma como si nada”.

Francisco Furnari. titular de la Fiscalía 2 de Pergamino. – Real Noticias 365 –

Según Furnari, un pico de robo de cables se dio con el comienzo de la pandemia. Por entonces, no había gente en la calle y una manera de seguir delinquiendo era sustraer el cobre de los cables para venderlos en chatarrerías. “Así llegamos a los reducidores y acopiadores pequeños, y a los acopiadores y fundidores más grandes de San Nicolás, con varias detenciones”.

Hoy, ya sin pandemia, el pico obedecería a la situación económica actual: “Mucha gente que está quedando fuera del sistema y sale a hacer estas brutalidades que pone en riesgo su propia vida”. Y describe situaciones: “Son personas de rango social muy bajo que cortan cables de su propia cuadra, sin importarles que muchas veces se quedan sin luz. Lo llevan al chatarrero del barrio, el chatarrero del barrio lo acumula y luego lo traslada a San Nicolás, donde lo funden y se lleva al exterior”.

Sin embargo, al momento de reconstruir el recorrido a partir del robo del cable, Furnari se ha cruzado con algunos inconvenientes. Por ejemplo, un chatarrero interpuso un hábeas corpus para evitar allanamientos reiterados. Y en otros casos, ante el hallazgo de grandes cantidades de cobre, se ha encontrado con que provenía de la misma cooperativa eléctrica, que comercializaba los sobrantes.

Devaluación del dólar oficial

El robo de los cables y transformadores pone a la Cooperativa frente a un dilema: al afrontar la reposición, se corre el riesgo de que se repita la sustracción. “Estos materiales están atados al dólar oficial, que en los últimos tiempos tuvo una devaluación de casi el 100%”, le explica Tezón a DIB. “La reposición es sumamente onerosa. La devaluación ha pegado fuerte en el costo de los insumos y además muchos proveedores a veces se niegan a venderlos. Eso también nos ha generado una demora en la entrega”.

“Pergamino tiene más de 600 transformadores colocados en distintos puntos de distribución”, describe Tezón, “lo que hace imposible un control estricto de cada uno de ellos”. Con las zonas rurales y alumbrado público como más vulnerables, “preferimos garantizar el suministro eléctrico domiciliario”.

A propósito, una de las zonas afectadas por estos robos fue el último tramo inaugurado de la autopista Pilar-Pergamino. “Esa obra emblemática de la zona norte de la provincia tiene unas hermosas luminarias led que no están funcionando porque se robaron varias veces los transformadores”.

Más denuncias

El fiscal Furnari admite que el índice de denuncias de robo de cables es “altísimo” en comparación con otros departamentos judiciales. Pero también lo atribuye a un mecanismo implementado en Pergamino que agiliza, justamente, la posibilidad de denunciar. Se puso en práctica un sistema de denuncia directa, que consiste en que a través de un mensaje telefónico los operarios informan el ilícito. Antes de este sistema, los robos eran denunciados a los días, quedaba registro, sí, pero ya era tarde para la investigación. Ahora, con la denuncia vía mensaje, Fiscalía da aviso a la Policía y muchas veces han logrado dar con las personas, o bien secuestrar escaleras y otros elementos utilizados.

En enero fueron detenidas seis personas, y una séptima fue detenida en febrero. De momento, no se han identificado organizaciones más grandes, pero el hecho de haber detenido a dos hermanos por el mismo ilícito da cuenta de un tipo de estructura que podría estar funcionando: las pequeñas bandas familiares. (DIB) GML

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