Por Andrés Lavaselli
Por primera vez desde que asumió Axel Kicillof enfrenta un horizonte de conflicto que podría trabar en inicio de las clases, previsto para el 1 de marzo próximo. El problema, sin embargo, no se generó entre su gobierno y los gremios docentes, con los que realizará una reunión de paritarias la semana próxima. Ocurre por una medida del gobierno nacional, que priva de financiamiento al sector educativo en Buenos Aires y el resto de las provincias.
En efecto, ayer Provincia depositó los salarios de los 350 mil trabajadores de la educación, incluyendo una serie de fondos que están a cargo de Nación desde la década del 90, cuando se transfirió la educación a las provincias. El más conocido es el FONID, Fondo Nacional de Incentivo Docentes, pero también hay otros que se usan para Conectividad y para Material de Estudio. Representan el 12% de los sueldos e implican una inversión mensual de $14.000 millones.
Kicillof pagó porque Milei se negó a hacerlo. El Presidente dio la orden de suspender los envíos después de la votación negativa de la Ley Bases, una medida que afecta a todas las provincias, pero que no todas pudieron morigerar como Buenos Aires. “Es una medida de revancha contra los docentes, no contra el gobernador”, dicen en el Gabinete. Se refieren a que sin ese auxilio, los maestros hubiesen recibido un recorte de su salario nominal, ya mellado por la inflación.
Pero Kicillof no puede asegurar que esos fondos vayan a estar disponibles el mes próximo. El propio gobierno nacional se ufanó de la reducción del 98% de los fondos “no automáticos” –una versión no confirmada estima que dejaron de ingresar $42.238 millones- además de implementar podas en los subsidios al transporte y al Fondo Compensador para evitar sumas desmedidas de los pasajes en el interior provincia.
El director general de Cultura y Educación, Alberto Sileoni, se sumó a un pedido que realizaron sus pares del resto de las provincias ayer en una reunión del Consejo Federal de Educación, que nuclea a los ministros del área del todo el país. Le pidieron precisiones al secretario de Educación de Milei, Carlos Torrendel. El funcionario respondió hace un rato, en el segundo día de sesión del Concejo: no puede asegurar que los fondos sean repuestos.
Resultado: nadie puede asegurar que el mes que viene esté la plata para financiar ese 12% que, al día de hoy, representan los fondos que tiene que pagar Nación a los docentes. Milei, además, contra lo que ocurre en la Provincia, se niega a reabrir la paritaria nacional. No hay que ser adivino para presumir que si no cambia algo hay altas probabilidades de que estalle el conflicto más temprano que tarde.
Un detalle confirma el corazón fiscal de la decisión, alejada de las consideraciones educativas. Torrendel hizo los trámites internos para que los fondos sean girados a la totalidad de las provincias. Se trabaron cuando llegó el momento del visado del ministro de Economía, Luis Caputo. Él fue quien le bajó el pulgar al pago.
Ahora, los gobernadores se involucraron directamente en el asunto. En una tarde de conversaciones frenéticas pidieron a sus ministros que firmen una nota en la que exigen que Educación de una respuesta formal al pedido de presiones. Quieren saber si los fondos –que en otras provincias incluyen un cuarto ítem destinado a asegurar el piso salarial nacional- seguirán llegando o no. Los firmaron las 14 provincias del país, incluyendo a la Ciudad Autónoma. (DIB) AL