Chascomús y Guaminí, dos destinos de laguna y una rica historia

Estas ciudades de la provincia de Buenos Aires tienen muchos secretos por descubrir, en medio de un entorno muy natural.

La laguna de Chascomús.

Las lagunas y las ciudades que las rodean son algunos de los destinos alternativos en la provincia de Buenos Aires para disfrutar no solo en verano, sino a lo largo del año ya que en sus entornos tranquilos hay muchas propuestas naturales, culturales e históricas por descubrir.

Uno de los lugares más elegidos por su popularidad es Chascomús, localidad que cuenta con más de 240 años de historia. Desde el imán que es la laguna para todos los visitantes hasta sus calles de estilo colonial, siempre es una buena opción para hacer una escapada.

Calles de empedrado, esquinas sin ochavas, paseos en barco y atardeceres de cielo naranja, son algunas de las propuestas de la localidad con aires y costumbres de un pueblo.

La laguna homónima es uno de los principales espejos de agua de la provincia y el más grande del sistema de Encadenadas. Con una extensión de 3.000 hectáreas, dos metros de profundidad promedio y costas donde alternan playas con barrancos, es recorrida por un camino perimetral donde hay clubes náuticos e instalaciones que facilitan la práctica de los deportes acuáticos, la navegación y la pesca del pejerrey.

Desde el agua se pueden disfrutar excelentes vistas de la naturaleza e imponentes atardeceres. Mientras que contemplar el atardecer resulta un momento inigualable en la costa. También muchos eligen recorrer los 30 kilómetros del Camino de Circunvalación de la laguna.

En Coffate, que funciona a orillas de la laguna, se pueden degustar delicias gastronómicas y acceder al muelle flotante. También hay juegos náuticos que incluyen cuarenta botes con capacidad de entre una y hasta cinco personas: yates eléctricos, barcos de choque, barcos a pedales y barcos redondos eléctricos.

La laguna de Cochicó.

Rumbo a Guaminí

En el sudoeste de la provincia, recostadas al filo del límite con La Pampa, se encuentra el sistema de lagunas Encadenas del Oeste. En el partido de Guaminí, a 480 kilómetros de Capital Federal, se pueden visitar tres espejos de agua. El más importante, en términos de infraestructura, es la Villa Turística Cochicó, ubicada a 15 kilómetros de la ciudad cabecera, que recibe visitas todo el año por su riqueza ictícola.

La villa está preparada con servicios de alojamiento, proveeduría, bares, camping municipal y privado, y también tiene una oferta de deportes náuticos y cultural muy importante.

El tridente de lagunas se completa con la Laguna Alsina, ubicada en Bonifacio, a 30 kilómetros de Guaminí, cuyo balneario es más agreste y en un entorno más cercano con la naturaleza; y Lago del Monte, en la ciudad cabecera, que corona la propuesta turística con la Isla Sistina, a la que se puede acceder en lancha, y donde se puede avistar aves, fauna autóctona y visitar la estancia del lugar.

Pero quienes lleguen hasta allí, aprovechan para descubrir a Guaminí, que hace honor al significado de su nombre: isla adentro. El pueblo cuenta con La Isla Sistina, establecimiento turístico único en su tipo que ofrece una experiencia de contacto estrecho con la naturaleza, para apreciar fauna exótica y disfrutar la vasta cantidad de actividades que el entorno natural y la laguna brindan.

Además, transporta a los y las turistas a través de la historia, marcada a fuego por haber integrado la línea de fortines de la Zanja de Alsina, y la Ruta del Ferrocarril Roca cuyo abandono en décadas pasadas dejó una huella imborrable. Como testigos materiales del pasado se pueden visitar varios edificios patrimoniales, entre los que se destacan La Antigua Comandancia, y otros más contemporáneos como el Palacio Municipal y el Matadero Municipal, obras del arquitecto Francisco Salamone.

También los viajeros que llegan hasta allí se dan una vuelta para ver la colección de piezas antiguas que atesora el Museo de Guaminí, donde resaltan las huellas de los originarios pobladores mapuches y una muestra de fósiles paleontológicos. El circuito histórico se extiende a la Escuela N° 1 Paula Albarracín de Sarmiento -fundada en 1883-, la fachada colonial de la Comisaría -construida en 1877-, el cine-teatro Español (de 1886), la Biblioteca Mariano Moreno, la parroquia y la estación ferroviaria. (DIB)

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