La emoción “en vivo” se apodera del entretenimiento clásico

En una época en la que todos estamos hiperconectados, cada vez se da más valor a la inmediatez. La gente, por norma general, no suele tener demasiada paciencia e internet ha acentuado el “aquí y ahora”. Un ejemplo de esta tendencia consolidada es cómo las emisiones en vivo están tomando relevancia a medida que avanzan los años. Ya podemos disponer de un catálogo muy extenso de material grabado y bien organizado, que muchos usuarios harán su apuesta por aquello que está sucediendo en tiempo real.

Este fenómeno, muy vinculado a los medios tradicionales de la televisión y la radio, ha migrado también a internet. Y es que, en el campo virtual, con las tecnologías actuales como es el streaming, es sencillo no solamente consumir un producto audiovisual o en formato audio en vivo, sino incluso llegar a producirlo. Se ha abierto un abanico de posibilidades muy amplio y los internautas tienen un enorme poder de decisión. Al menos, más que en el pasado.

Los motivos que explican la pasión por el directo

Según los conocedores de la materia, son varias las causas que pueden explicar por qué los contenidos emitidos en directo causan furor entre el público. Uno de los evidentes es el interés, el hecho de consumir algo que realmente nos genera curiosidad y que, por un motivo o por otro, ya forma parte de nuestros hábitos. Escuchar el programa favorito en la hora concreta, ver el partido de fútbol de nuestro equipo o deleitarse con el último gran estreno del cine televisado son rutinas que, aunque quizás han variado en los últimos años, no han desaparecido en absoluto.

En los tiempos actuales que nos ha tocado vivir, sobre todo afectando a los más jóvenes y nativos digitales, existe la necesidad de sentirse partícipe de algo, estar alineado con los intereses de un colectivo. Derivado de esto, hay unas siglas de origen anglosajón que lo expresan a la perfección: FOMO, que se resumen con el miedo de estar ausente. Aunque guarda un estrecho vínculo con las redes sociales, no deja de ser el temor a perderse un evento social o experiencia positiva de la que todos hablarán.

No se puede obviar la comodidad que provoca el directo. Lejos de asumir un rol de usuario activo e ir a buscar realmente aquello que nos interesa o despierta inquietudes, se acepta lo que la programación o la misma plataforma nos propone. Esto, que puede ser simple, puede suceder a un público muy amplio, todavía más teniendo en cuenta la gran oferta de contenidos de todo tipo que se tienen registrados y a total disposición. ¿Quién no se ha pasado más tiempo buscando que viendo un vídeo?

Todo, incluso lo clásico, se emite en tiempo real

Estas emisiones en directo, más allá de ser una buena herramienta para lograr presentaciones o dar visibilidad a intereses culturales, por poner dos ejemplos, se han hecho un hueco en las actividades de entretenimiento. Desde las más clásicas, con más de cien años a las espaldas; hasta las más modernas, de apenas dos décadas; apuestan por este tipo de emisiones para cautivar al público. En el mundo del ocio se ha identificado como una oportunidad, una opción de hacer partícipe al usuario, y se está aprovechando.

El casino online en Argentina sigue también la tendencia en vivo que ha ido conquistando a otras industrias vinculadas al sector del entretenimiento. Los usuarios ya no se conforman con vivir las partidas de cartas o el juego de la ruleta jugando contra el servidor o un simulador, sino que ahora tiene mucha relevancia la posibilidad de disputarlo en tiempo real, mediante la tecnología streaming y compartir un momento, pese a la distancia, con los otros compañeros de la mesa o el crupier. La experiencia es más completa y hay más emoción que en el pasado.

Las transmisiones deportivas o los programas, tanto de televisión como de radio, son dos ejemplos evidentes de la importancia del directo. Si bien es cierto que ahora se pueden disfrutar en diferido, sabiendo incluso los hechos más noticiables que han ocurrido, el interés sigue recayendo en el momento. Solo hay que ver las audiencias para constatar estos hechos. ¿Qué tiene más audiencia:la final de la Copa del Mundo en tiempo real o la repetición de la finalísima colgada en plataformas especializadas como YouTube?

Los videojuegos son uno de los fenómenos queya se están estudiando y más interés despiertan, tanto entre el público general como en los analistas de tendencias. En los primeros años, se disfrutaban en solitario o en los salones recreativos con los amigos. Cuando se popularizaron portales como YouTube, eran varios los jugadores que daban a conocer sus avances en distintos títulos pensando que podría despertar el interés de la audiencia. Ahora, son millones los espectadores que se conectan en directo para ver a otros usuarios competir.

Las tendencias de consumo de las personas en internet van evolucionando. (Unsplash.com)
Las tendencias de consumo de las personas en internet van evolucionando. (Unsplash.com)

Este ejemplo de una práctica que pasó de ser solitaria en un principio a registrar picos de audiencia de cinco millones de espectadores en menos de dos décadas sirve para demostrar que las tendencias de consumo de las personas en internet van evolucionando y cada generación es diferente a la anterior. Lo que hacían los mayores en el pasado viendo el programa de moda de la televisión, ahora lo hacen los más jóvenes siguiendo a su referente en su entretenimiento favorito: las consolas y los juegos.

La tendencia de futuro a corto plazo es clara: cualquier capa de directo que se añada a una actividad que tenga relación con la comunicación puede suponer un plus en audiencia o espectadores. El caso de los juegos de casino o los videojuegos no es aislado: hay actividades como partidas de ajedrez, ensayos de grupos de música o recetas en tiempo real que, aunque a priori el internauta no pueda intervenir de una manera directa y se guarde la distancia de mero espectador, despiertan una emoción, a veces irracional, entre el público digital.

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