Mar del Plata: una huella de zapatilla vinculó a un hombre detenido por un crimen con otro asesinato similar

Además, el sospechoso había trabajado como techista en las casas de las dos mujeres asesinadas.

Un hombre que está detenido como presunto autor del crimen de una mujer de 81 años cometido durante un robo en Mar del Plata, fue acusado de haber asesinado días antes de ese hecho a otra mujer de 74 años, en circunstancias similares. La pericia de una huella de zapatilla manchada con sangre habría sido la clave para vincular los dos episodios.

El apresado es Jonathan Darío Cáceres, de 31 años, alias “El Negro Joni”, quien desde el pasado 9 de junio se encuentra alojado en la Unidad Penal 44 de Batán, imputado del asesinato de Elizabeth Othondo. De acuerdo a la investigación de ese caso, Cáceres mató a Othondo una semana antes de su detención, tras ingresar a robar en su casa del barrio Chauvín. Al retirarse intentó prender fuego la vivienda para ocultar el crimen.

El modus operandi de ese homicidio fue muy similar al de otro crimen ocurrido casi un mes antes, el 7 de mayo, cuando María Angélica Rossi, de 74 años, fue hallada muerta tras un incendio en su vivienda ubicada en el Bosque Peralta Ramos. Luego se pudo determinar que la mujer había sido asesinada a golpes.

En el marco de la investigación del homicidio de Rossi, la fiscal Florencia Salas, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 marplatense, determinó que Cáceres también habría sido el autor de este crimen. Así, Salas pidió este lunes a la Justicia de Garantías que el hombre, quien había trabajado como techista en ambas viviendas en los últimos meses, fuera imputado y detenido también por este asesinato.

Pistas

Entre los datos principales datos que permitieron vincular a Cáceres también con el homicidio de Rossi se destacó la pericia de una huella de zapatilla con sangre, hallada en el lugar.

Se trata de la marca de una zapatilla marca Fila, igual a la que había sido incautada en la habitación del hostel donde el acusado vivía, durante un allanamiento realizado en el marco de la investigación del asesinato de Othondo.

Las pericias realizadas sobre ese calzado determinaron también que tenía rastros de sangre tipo A, el mismo que el de Rossi, mientras que la del acusado es cero negativo. La investigación estableció, además, que el teléfono celular de la mujer se conectó con la antena correspondiente al hospedaje de Cáceres, horas después del crimen.

Rossi fue hallada sin vida tras el reporte de un incendio en su casa de calle Los Chañares y Yanquetruz, y la autopsia estableció que había sido asesinada a golpes en la cabeza. Las pericias realizadas en el marco de la causa establecieron que las aberturas del inmueble no mostraban signos de haber sido violentadas.

Casi un mes después, fue asesinada Othondo en su casa en Rodríguez Peña al 2700, y su cuerpo fue hallado por los bomberos que sofocaron un siniestro registrado dentro de su habitación.

La investigación de ese hecho quedó a cargo del fiscal Leandro Arévalo, titular de la UFI 7, y la autopsia del cuerpo confirmó que la víctima recibió distintos golpes en la cabeza con “un elemento contundente” en el marco de un robo.

A partir del relevamiento de cámaras de la zona y del testimonio de un vecino, se logró la identificación y detención de Cáceres, quien quedó imputado inicialmente solo por ese homicidio.

Las similitudes entre ambos crímenes reforzaron desde el inicio la hipótesis de que podía tratarse de un mismo autor o autores.

Por su parte, Cáceres tenía antecedentes delictivos: había salido en libertad meses atrás, luego de ser condenado en el marco de una causa por privación ilegal de la libertad y robo. (DIB) ACR

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