La Plata: el expolicía acusado del doble femicidio dijo que tiene “recuerdos borrosos” de lo sucedido

Nazareño Miño, procesado por el crimen de su exmujer y de la hermana de ésta, además de herir al marido de su excuñada, aseguró que lo “atacaron por la espalda con un palo” y que después de esa agresión “tengo imágenes del arma en mi mano, yo apuntando, escucho gritos, y después no sé qué pasó”. “Ella me manipulaba”, afirmó con respecto a la madre de sus hijos.

El expolicía Nazareno Sebastián Miño, detenido acusado del doble femicidio de su expareja y la hermana de ella en Arturo Seguí, además de herir gravemente a la pareja de su excuñada, Martín Alcides Lezcano, declaró en la fiscalía que lleva adelante la investigación. Allí dijo que la víctima era “manipuladora”, que le impedía ver a sus hijos, y que de esa noche de martes en la que ocurrió todo tiene “recuerdos borrosos”: “La hermana me pegó con un palo, tengo imágenes del arma en mi mano, yo apuntando, escucho gritos, y después no sé qué pasó”.

La fiscal platense Ana Medina, a cargo de la investigación, interrogó en las últimas horas al exefectivo de 38 años por los delitos de “homicidio triplemente agravado por el vínculo, por femicidio y por el empleo de un arma de fuego” en el caso de su expareja, Victoria Díaz (35), “homicidio doblemente agravado por tratarse de un hombre contra una mujer mediando un contexto de violencia de género y por el empleo de un arma de fuego”, en el caso de la hermana de ésta, Castorina Díaz (39), y “homicidio en grado de tentativa agravado por el empleo de un arma de fuego” en contra de la pareja de ésta última, Alcides Martín Lezcano (33), todos ellos “en concurso real”.

Según los investigadores, Miño contó que se acercó a la vivienda de la calle 411, entre 156 y 157 para discutir con su expareja cuestiones relacionadas con la tenencia y la manutención de sus dos hijos y que, al intentar hablar con Victoria sobre esos temas, su hermana Castorina lo atacó con un palo por la espalda.

De acuerdo con los voceros, dijo tener “recuerdos confusos y algo borrosos” de lo sucedido. “Tengo imágenes del arma en mi mano, yo apuntando, escucho gritos, gritos, y después no sé qué pasó. Solo sé que salí con mis hijos para la calle”, manifestó.

“Me presionaba con los nenes”

El expolicía había empezado contando que conoció a Díaz a través de las redes sociales y al poco tiempo ella quedó embarazada. Luego detalló los problemas que tuvieron tras su separación y la tenencia de sus dos hijos de 7 y 10 años.

“Me descontaban del sueldo el 30% por alimentos y ella quería más. Me presionaba con los nenes. No me dejaba verlos”, declaró el acusado y agregó que por ese motivo se refirió a Victoria como una persona que lo sometía a una “manipulación permanente”.

Según Miño la situación le hacía sentir mal, le trajo problemas para dormir y le provocó desgano general. Luego agregó que por una denuncia de violencia de género que su ex hizo en 2020 la Auditoría General de Asuntos Internos (AGAI) de la Policía Bonaerense le quitó el arma y lo derivó a una junta médica y psicológica. El entonces efectivo se sometió a un tratamiento que implicó unas seis sesiones hasta que lo rehabilitaron.

Además, el expolicía mencionó un episodio por el que estuvo internado dos semanas en el Hospital de Melchor Romero: “Tuve un brote de emociones”, recordó.

Noche de furia

Con ese trasfondo, la noche del martes 27 de junio llegó a la vivienda en la que vivían Victoria, sus hijos y su hermana, Castorina Díaz, que ese día se encontraba con su esposo. Según lo que consta en la causa, en ese momento comenzó una discusión con su exmujer aparentemente porque ella se negó a que se llevara a los hijos, ya que él los tenía a cargo los fines de semana.

La hermana de Victoria y su marido quisieron intervenir en la disputa y fue allí cuando Miño sacó su pistola 9 milímetros reglamentaria y comenzó a disparar hacia las tres personas frente a sus dos hijos.

A raíz del ataque, las dos mujeres, de nacionalidad paraguaya, fueron alcanzadas por los disparos y murieron en el lugar, mientras que el hombre resultó gravemente herido y debió ser trasladado de urgencia al hospital San Roque de Gonnet.

Tras la balacera el policía salió de la casa con el arma en una mano y en la otra su celular, con el que llamó a su madre y le dijo: “Me mandé una macana, cuidame a los nenes”. Luego, subió a ambos niños por la fuerza a un auto y se los llevó. Más tarde se entregó en un Destacamento de Arturo Seguí junto a sus hijos, quienes estaban ilesos y fueron llevados al área de Niñez para su resguardo.

Habla la hermana mayor

Poco después de conocerse el doble femicidio de Arturo Seguí, la hermana mayor de las víctimas, Élida, aseguró que el expolicía era un hombre violento, al que Victoria ya había denunciado en 2020, y que la separación había sido muy difícil, debido al acoso que ella sufría. En contraste con las declaraciones del acusado, la mujer informó al portal 0221 que el interés del hombre por ver a sus hijos era “intermitente”.

Por ese motivo, era Victoria quien solía llevarlos hasta la casa de su padre para que los viera pero en la última ocasión, según el relato de Élida, tras discutir, el hombre le apuntó con su arma reglamentaria. Tras el hecho, Victoria no quiso exponer a sus hijos a ese riesgo y no los llevó más. (DIB) MM

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