Enfermedad cardiovascular: advierten por la baja percepción de riesgo

Especialistas consideran que esto se debe, entre otros factores, a que las mujeres se encuentran sub-representadas en las investigaciones médicas.

La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte a nivel mundial. A pesar de esta realidad, la percepción del riesgo es baja en la población, en particular entre las mujeres. 

En 2006, el Área Corazón y Mujer ‘Dra. Liliana Grinfeld’ realizó una encuesta de percepción de enfermedad cardiovascular a mujeres residentes en la ciudad de Buenos Aires y AMBA y allí quedó expuesto que el 53,8% de las mujeres consideraba a los tumores como la principal causa de muerte y sólo el 20% consideraba a la enfermedad cardiovascular.

En el año 2021, el mismo grupo repitió la experiencia ampliando la encuesta a mujeres de todo el país a través de la participación de los Distritos Regionales de la Sociedad Argentina de Cardiología con resultados semejantes y en ese nuevo estudio la discrepancia entre percepción y realidad aún persistía: el 62% consideró al cáncer como principal causa de muerte y sólo el 34,9 % a la enfermedad cardiovascular.

“Estos datos contrastan con la realidad de las estadísticas vitales argentinas donde la enfermedad oncológica fue la causa de muerte en el 17,4% de la población. La brecha entre percepción y realidad probablemente sea multicausal. En las últimas décadas, se han descripto importantes diferencias biológicas entre mujeres y hombres, así como diferencias en las respuestas al estrés”, sostuvo Verónica Crosa, médica especialista en cardiología, Directora del Área Corazón & Mujer ‘Dra. Liliana Grinfeld’ de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC).

“Las mujeres se encuentran sub-representadas en todos los aspectos de la investigación, desde el laboratorio hasta las investigaciones de población, y esto ha impactado negativamente en la implementación de medidas efectivas en las políticas de salud. Incluso, la falta de representación femenina en los estudios lleva inherente posicionar los datos pertenecientes a los hombres como el estándar de oro”, afirmó por su parte Roberto Nicolás Agüero, médico cardiólogo, especialista en Medicina Nuclear, Subdirector del Área Corazón & Mujer ‘Dra. Liliana Grinfeld’ de la Sociedad Argentina de Cardiología.

Por ejemplo, los síntomas clásicamente descriptos para el infarto corresponden a un perfil masculino y la creencia arraigada de que las mujeres se presentan con más frecuencia con síntomas llamados atípicos conlleva un trasfondo exculpatorio según el cual las mujeres se presentan de manera equivocada, sin ajustarse a las expectativas.

Por otra parte, la mayoría de los estudios no han hecho una distinción clara entre género y sexo basando la definición en el sexo al nacer, excluyendo del análisis al universo de la diversidad y a la mujer transgénero. “En este escenario se torna imperioso mejorar la concientización de la mujer respecto de su riesgo, pero también diseñar estrategias de educación en la comunidad de profesionales que asiste a estas mujeres, así como implementar políticas de salud orientadas a disminuir la brecha existente”, agregó Crosa.

Factores de riesgo

Al igual que el hombre, la mujer se ve expuesta a los llamados “factores de riesgo tradicionales” como la hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo. 

De acuerdo con los datos de la Cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2018 la obesidad estuvo presente en el 55% de las mujeres encuestadas mientras que la diabetes se registró en el 12,7% de la población y, ambas, se encuentran en aumento respecto de los datos previos del 2005. Por otra parte, el colesterol elevado (29%) y la hipertensión arterial (34%) se mantienen en las mismas cifras desde el 2005.

La mujer también se ve expuesta a otros factores de riesgo ligados a la historia gineco-obstétrica como el antecedente de haber tenido hipertensión del embarazo, diabetes gestacional, parto prematuro, bebes de bajo peso para la edad gestacional, y abortos frecuentes, todos ellos asociados a mayor riesgo de padecer enfermedad cardiovascular futura, al igual que la menopausia precoz.

Recientemente, se han reconocido ciertos factores de riesgo para enfermedad cardiovascular no convencionales ligados más al género femenino como la violencia de género, las condiciones socioeconómicas desfavorables y el bajo nivel educativo, que se asocia a peores condiciones laborales, maternidad y crianza monoparental con postergación y descuido de la propia salud.

“A medida que mejore nuestro conocimiento acerca de la influencia que estos factores tienen sobre la salud cardiovascular de la mujer, desde los espacios académicos se requerirá una comunicación y educación continua para disminuir la brecha de conocimiento de los profesionales de la salud y así llegar a la población objetivo”, consignó Agüero.

Recientemente, la Sociedad Americana del Corazón (AHA) ha delineado un llamado a la acción para las enfermedades cardiovasculares en las mujeres, haciendo hincapié en la necesidad de revisar la epidemiología, la concientización, evaluar el acceso a la salud y la prestación de una atención médica equitativa. 

Por este motivo, el Área Corazón y Mujer ‘Dra. Liliana Grinfeld’ de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y su brazo comunitario, la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), lleva adelante acciones destinadas a concientizar a la mujer. Este mes de marzo se propone difundir el mensaje ‘Dale a tu corazón’, incentivando a la mujer a tomar conciencia de la necesidad de brindar a su corazón tiempo, descanso, cuidado, ejercicio, calma, amor y atención para disminuir su riesgo de padecer enfermedad cardiovascular. (DIB)

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