Hipertensión: afirman que contribuye al deterioro cognitivo y a la pérdida de la visión

Controlar los niveles de presión arterial protege de las enfermedades cardiovasculares, pero también disminuye el riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica, deterioro cognitivo y pérdida de la visión.

Tener hipertensión incrementa el riesgo de desarrollar enfermedad cerebrovascular, coronaria, insuficiencia cardíaca, fibrilación auricular, demencia, insuficiencia renal y retinopatía, entre otras condiciones, según afirmaron especialistas de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA).

Tan importante es el impacto de la hipertensión en el organismo, que sólo por tomar el ejemplo de la enfermedad renal crónica, que daña las funciones de los riñones a lo largo del tiempo y que afecta a 1 de cada 8 argentinos, cuando se observan los factores de riesgo se evidencia que -además de la diabetes- la hipertensión arterial es también uno de los principales factores de riesgo modificables. A su vez, hay estudios internacionales que señalan que la hipertensión, sobre todo en personas de mediana edad, se asocia a una peor función cognitiva, pérdida de memoria y fluidez verbal.

Además, la hipertensión daña los vasos sanguíneos de la retina y el nervio óptico; a mayor presión arterial y cuanto mayor sea el tiempo transcurrido con hipertensión, más grave será el daño. Si la persona -además de ser hipertensa- tiene diabetes, colesterol elevado o fuma, su riesgo de perder la visión será más alto. La única manera de tratar la retinopatía hipertensiva es bajando los niveles de presión arterial.

Los expertos insistieron en la importancia de mejorar la detección temprana a través de la medición de la presión arterial, tanto en el consultorio como en el domicilio, en la prevención de los factores de riesgo y en la optimización de la adherencia a los tratamientos.

La información surge en pleno marco de la campaña de concientización ‘Conoce y Controla tu Presión Arterial – CyC 2022’, una iniciativa que -por 6° año consecutivo- invita a la gente a acercarse a determinados puntos de medición, controlar su presión y recibir material informativo con consejos saludables. 

La iniciativa comenzó el 17 de mayo, Día Mundial de la Hipertensión Arterial y finaliza el 14 septiembre, instituido por la SAHA como el Día del Hipertenso, ya que es una fecha (14/9) que se relaciona con una presión de 140/90 mmHg, valor a partir del cual todas las guías de diagnóstico y tratamiento internacionales consideran el diagnóstico de hipertensión.

Subestimada por muchas personas, la hipertensión arterial no solo es el principal factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares, sino que es una enfermedad en sí misma que causa muerte y discapacidad a nivel global: de hecho, las últimas cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) hablan de unos 1.280 millones de adultos de 30 a 79 años afectados, de los cuales un 46% desconoce su condición de hipertenso. 

A nivel local, el panorama tampoco es auspicioso: en 2019 casi 100 mil personas murieron por enfermedades cardiovasculares, de las cuales un tercio (37.3%) podría estar vivo de haber tenido su presión arterial controlada. Eso significa que el control de la hipertensión podría evitar 100 fallecimientos diarios en la Argentina.

Las cifras de la 4a Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, difundida en 2019 por el Ministerio de Salud de la Nación, evidencian que un 34,6% de la población presenta presión arterial elevada. No obstante, la hipertensión no es considerada una enfermedad grave por muchas personas; ni siquiera monitorean su presión frecuentemente o -aun sabiéndose hipertensos- no se preocupan por mantener su enfermedad bajo control.

“La primera medida para detectar la hipertensión es que las personas adquieran el hábito de monitorearse en sus hogares, utilizando los dispositivos automáticos, digitales y validados. Pocas enfermedades crónicas son tan fáciles de diagnosticar. Sin embargo, debemos tener en cuenta que, para su tratamiento, en la gran mayoría de los casos no es en absoluto suficiente llevar adelante una dieta saludable, bajar de peso, hacer actividad física, dejar de fumar o bajar el consumo de sal. Todo eso es muy importante, por supuesto, pero revalorizamos el seguimiento médico periódico y la indicación de ayuda farmacológica cuando el profesional lo considere”, sostuvo Marcos Marín, médico cardiólogo especialista en Hipertensión Arterial, Presidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) y Coordinador de la Campaña ‘Conoce y Controla tu Presión Arterial 2022.

Muertes prematuras

Según la OMS, la hipertensión arterial hoy es considerada una de las causas principales de muerte prematura en el mundo. Por eso, uno de los objetivos globales para las enfermedades no transmisibles es prevenir o disminuir la prevalencia de la hipertensión en un 25% en 2025 respecto de los valores de 20102. Para lograrlo, entre las recomendaciones de la organización figuran: reducir la ingesta de sal (a menos de 5 g diarios), consumir más frutas y verduras, realizar actividad física con regularidad, no fumar, reducir el consumo de alcohol, limitar la ingesta de alimentos ricos en grasas saturadas y eliminar/reducir las grasas trans de la dieta.

Una vez hecho el diagnóstico, además de los hábitos saludables, es necesario un tratamiento farmacológico. “Se debe indicar una terapéutica basada en la administración periódica y sostenida de 1, 2 y -muchas veces- combinaciones de hasta 3 medicamentos para poder tener la hipertensión bajo control. El problema es que, como es una enfermedad que no da síntomas, las personas se sienten bien y abandonan los tratamientos”, completó Nicolás Renna, médico cardiólogo universitario, doctor en medicina, vicepresidente de la SAHA.

“Existe un fuerte vínculo entre la hipertensión y patologías como la enfermedad cerebrovascular, coronaria, insuficiencia cardíaca, fibrilación auricular, aneurisma de aorta, disección de aorta, enfermedad vascular periférica, demencia e insuficiencia renal crónica, todas afecciones que pueden causar discapacidad y muerte. Por esto, es fundamental que todo profesional de la salud aproveche la oportunidad de medir la presión arterial cada vez que un paciente ingresa en su consultorio, no sólo las especialidades vinculadas a la Cardiología, sino todas”, aseveró por su parte Diego Fernández, médico especialista en Medicina Interna y Magister en Hipertensión Arterial, tesorero de la Comisión Directiva de la SAHA.

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