La muerte de Isabella Marino, una joven chubutense que falleció en La Plata tras caer de un colectivo, generó gran conmoción pública y se investiga qué es lo que ocurrió.
Carolina Jones, la madre de la chica, que acababa de egresar del secundario y quería estudiar veterinaria en la capital bonaerense, contó que donaron los órganos de su hija y apuntó duramente contra el colectivero. “Le abrió la puerta en movimiento”, acusó la mujer.
Jones escribió un emotivo texto en su cuenta de Facebook, en el que confirmó que los órganos de su hija fueron donados a una mujer de 37 años y a dos hombres de 39 y 40 años.
“Muchas otras personas se salvarán o mejorarán con esta decisión que tomamos teniendo la absoluta seguridad de que esto es lo que ella hubiera querido”, expresó.
“Tenemos el alma en pedacitos, nos mató un poco a todos ese colectivero hijo de puta que le abrió la puerta en movimiento y a velocidad a mi pequeña Isita provocando que caiga golpeando su cabecita”, indicó Jones, y añadió: “Nada en el universo puede devolvernos a la personita más especial, distinta, honesta, fresca, alegre, apasionada, compañera, curiosa, buena buena buena con todas las letras y tantas pero tantas cosas más. Es imposible describirla, los que la quieren saben de qué hablo”.
Isabella cayó el pasado viernes de un colectivo de la línea 214, en La Plata. Una de las principales hipótesis, mientras la investigación sigue su curso para intentar dilucida qué fue lo que ocurrió, es que la joven se habría dado cuenta de que había tomado mal el colectivo y pidió bajar.
Una testigo presencial contó que la joven intentó bajar del transporte público cuando el vehículo estaba en marcha, lo que ocasionó su caída y lesiones. Una cámara de seguridad registró la violencia del impacto contra el pavimento.
En tanto, el colectivero, de 32 años, quedó imputado a la espera de las pericias que determinaron si tuvo responsabilidad en el confuso episodio. (DIB) ACR